La Semana Santa de Sevilla alcanza su punto álgido en la Madrugada del Viernes Santo, cuando la ciudad se convierte en un escenario único donde la pasión, la devoción y la tradición se funden de orilla a orilla. Es la noche de los contrastes: mientras unas cofradías avanzan en sobrecogedor recogimiento, otras desbordan las calles de emoción y fervor popular.
Entre la solemnidad del Silencio, el Gran Poder y el Calvario, y la explosión de alegría que acompañan a La Macarena, la Esperanza de Triana y Los Gitanos, Sevilla entera vive una noche mágica, marcada este año por el Año Jubilar de la Esperanza, proclamado por el Papa Francisco.
Hermandad del Silencio: Madre y Maestra de Sevilla
La primera en iniciar su estación de penitencia es la Hermandad del Silencio, considerada la decana de las cofradías sevillanas. Fundada en 1340, su sobriedad marca el tono inicial de la Madrugada. El cortejo parte a la 1:00 horas desde la parroquia de Omnium Sanctorum, con Jesús Nazareno —talla de Francisco de Ocampo— como emblema, seguido de la Virgen de la Concepción, obra de Sebastián Santos. El recorrido culmina a las 6:05 horas, en un ambiente de sobrecogedor silencio.
Este año, el incendio sufrido en octubre en el atrio de San Antonio, aunque afectó a la imagen de San Judas Tadeo, no alterará el discurrir de la cofradía.
El Gran Poder: el rostro del Señor de Sevilla
En paralelo, el Señor del Gran Poder inicia su itinerario a la misma hora. La imagen, realizada por Juan de Mesa en 1620, resume la devoción más profunda de Sevilla. Desde la plaza de San Lorenzo y hasta su regreso a las 8:00 horas, la hermandad recorre el corazón de la ciudad, con un paso barroco de Ruiz Gijón y la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso como acompañantes de excepción.
Este año destaca la restauración de los faldones del paso de palio y el recuerdo aún fresco de su participación en la magna procesión del pasado diciembre.
La Macarena: Esperanza y fervor popular
La Hermandad de la Macarena abre su cortejo a medianoche, con la salida de la basílica que lleva su nombre. Hasta las 13:30 horas, miles de fieles acompañarán a Jesús de la Sentencia —atribuido a Cristóbal Pérez— y a la icónica Virgen de la Esperanza Macarena, una dolorosa anónima del siglo XVII que no conoce fronteras en su devoción.
Los Armaos, la legión romana que escolta al Señor de la Sentencia, volverán a ser uno de los grandes atractivos. Además, este año destaca la concesión de la Rosa de Oro a la Virgen, reconocimiento otorgado por el Papa.
El Calvario: la sobriedad del alba
A las 4:00 horas, desde la parroquia de la Magdalena, parte el Calvario, la hermandad que encarna el recogimiento más austero de la Madrugada. El Cristo del Calvario, de Francisco de Ocampo (1612), y la Virgen de la Presentación, bajo un palio de cajón bordado por Rodríguez Ojeda, avanzarán hasta su recogida a las 8:00 horas.
Recientemente, su ajuar textil ha sido restaurado, recuperando el esplendor de principios del siglo XX.
Esperanza de Triana: fe trianera sobre el río
Desde el arrabal de Triana, la Esperanza cruza el puente de Isabel II a la 1:35 horas para conquistar el centro de Sevilla. El Señor de las Tres Caídas y la Virgen de la Esperanza, atribuida a Juan de Astorga, serán los grandes protagonistas hasta su entrada en la calle Pureza a las 14:00 horas.
La hermandad celebra en 2025 el 75 aniversario de la proclamación del Dogma de la Asunción, con varios actos extraordinarios previstos.
Los Gitanos: la raza y el sentimiento
Finalmente, a las 2:30 horas, Los Gitanos inundan las calles de aroma a canela y clavo. El Señor de la Salud y la Virgen de las Angustias, tallados por Rodríguez Fernández-Andes en 1937, protagonizan una de las estampas más auténticas de la Madrugada, en un recorrido que culmina cerca de las 13:45 horas.
En 2025, la hermandad celebrará el VI centenario de la presencia del pueblo gitano en España, con la esperanza de ver reconocida su basílica.