La Madrugá del 21 de abril de 2000 marcó un antes y un después en la Semana Santa de Sevilla. Aquella noche, avalanchas, gritos y carreras descontroladas sembraron el caos en la ciudad, poniendo en jaque la seguridad de miles de personas.
¿Qué sucedió realmente la Madrugá del 2000?
A pesar de haber pasado 24 años, de haber escrito numerosos artículos sobre ello y hasta una parte de un libro, el origen de las avalanchas sigue siendo un misterio. Las investigaciones no han logrado determinar una causa única y definitiva.
Hipótesis:
Juegos de rol: Algunos ediles del Ayuntamiento apuntaron a un grupo organizado que imitaba los juegos de rol de la película «Nadie conoce a nadie».
Explosión: La Subdelegación del Gobierno mencionó inicialmente una explosión provocada por una tubería rota.
Acto vandálico: Se habló de un joven delincuente que sembró el pánico con un cuchillo.
Sabotaje y reivindicaciones laborales.
Como consecuencia de todo ello el temor y la incertidumbre se instaló en la Madrugá, se vive desde entonces con el temor a que se repitan los disturbios. El número de asistentes a las procesiones de la Madrugá ha disminuido en favor de las de día. El Centro de Coordinación Operativa de Sevilla se creó para atender las emergencias de la ciudad.
A pesar de los esfuerzos por reforzar la seguridad, ha habido tres ocasiones en las que se han producido disturbios en la Madrugá del Jueves Santo, reviviendo los fantasmas del año 2000.
La Madrugá del 2009: Gritos, pánico y estampida en la Plaza de la Magdalena
La madrugada del Jueves Santo del 2009 se vio empañada por una serie de altercados que generaron pánico y estampidas en la Plaza de la Magdalena.
Todo comenzó alrededor de las 4:00 AM, cuando una pareja comenzó a discutir acaloradamente durante el paso de la Hermandad del Calvario. Los gritos rompieron el silencio sepulcral que caracteriza a este paso, creando una atmósfera de nerviosismo que rápidamente se extendió por la zona.
La situación se agravó cuando el hombre agredió a su pareja, lo que la llevó a correr a la desesperada. Esta acción desencadenó una estampida entre el público asistente, que se vio intensificada por otro altercado que se produjo en un bar cercano de la calle Reyes Católicos, donde se produjo una pelea de jóvenes con lanzamiento de vasos.
El miedo se apoderó de las personas que presenciaban las procesiones del Calvario y la Esperanza de Triana, provocando una avalancha de gente que corría aterrorizada. Se vivieron escenas de pánico, con ataques de ansiedad y familias huyendo a la carrera.
Afortunadamente, todo quedó en un susto. El incidente se saldó con tres personas detenidas y varios heridos de poca gravedad.
Este suceso puso de manifiesto la necesidad de reforzar la seguridad durante la Madrugá para evitar que se repitan este tipo de situaciones que empañan la tradición y el fervor religioso.
La Madrugá de 2015: Una noche de caos y tensión
La Madrugá del Jueves Santo de 2015 se convirtió en una de las más accidentadas de la historia reciente de la Semana Santa de Sevilla. Cinco incidentes de gravedad en poco más de una hora sembraron el caos y la tensión entre las miles de personas que presenciaban las procesiones.
4:00 – Calle Gallos: Una pelea callejera deriva en un amago de avalancha hacia la calle Matahacas, donde se encontraba el paso del Señor de la Salud de Los Gitanos. La hermandad se ve obligada a parar la procesión momentáneamente, pero el incidente se resuelve sin mayores consecuencias.
4:15 – Bar Capote: Una reyerta en el interior del bar termina con dos personas arrojadas al río Guadalquivir. Una de ellas logra salir por su propio pie, mientras que la otra precisa ser rescatada por los bomberos.
4:35 – Plaza de las Setas: Una multitudinaria pelea en el marco de un botellón genera una estampida que rompe la formación de la cofradía del Silencio en el cruce de la plaza de Villasís con la calle Cuna. El pánico se apodera de los asistentes, provocando tres «carreritas» adicionales que, si bien son breves y controladas, dejan como saldo dos niños heridos.
4:45 – Calle Feria: Un trabajador que manipulaba una farola sufre quemaduras de primer y segundo grado en una explosión provocada por un escape de gas. El accidente genera pánico y obliga a desviar la procesión de la Macarena.
Las investigaciones posteriores revelaron que los cinco incidentes no guardaban relación entre sí, descartando la existencia de un plan orquestado. Sin embargo, la Madrugá de 2015 puso de relieve la necesidad de reforzar la seguridad y la coordinación durante este evento multitudinario.
La Madrugá de 2017: Terror bajo la sombra de «Alá es grande» y «Gora ETA»
La Madrugá del Jueves Santo de 2017 se convirtió en la más tensa y terrorífica desde el año 2000. Gritos de «Alá es grande» y «Gora ETA» resonaron en las calles de Sevilla, reavivando los fantasmas de los atentados de París y Bruselas en un contexto social marcado por la incertidumbre. Cinco episodios de disturbios y peleas generaron carreras, estampidas y un pánico descontrolado entre el público asistente.
Un escenario de terror:
4:00 AM, Calle Alfonso XII: Tres personas golpean mobiliario urbano y vehículos, profiriendo amenazas y alusiones a ETA.
4:05 AM, Calle Arfe: Pelea de jóvenes durante el paso del Gran Poder.
5:00 AM, Álvarez Quintero y Chapineros: Voces y golpes contra papeleras y persianas metálicas.
6:00 AM, Argote de Molina y Álvarez Quintero: Ruidos y golpes que generan confusión.
6:05 AM, Plaza del Salvador: Dos personas corren sin motivo aparente, provocando risas nerviosas.
6:10 AM, Avenida de la Constitución: Cinco personas corren y gritan hacia la Puerta de Jerez, intensificando el pánico.
Como consecuencia de todo ello hubo 17 heridos leves y 1 herido grave. Se realizó una investigación a 15 personas y se detuvo a 8 de ellos.
La sombra del pánico: Un patrón repetido en la Madrugá
Un análisis del CECOP revela inquietantes similitudes en las avalanchas de la Madrugá entre 2000 y 2017:
Clima benigno: Todos los años con incidentes tuvieron condiciones climáticas excelentes, lo que favoreció la afluencia de público y la ocupación de espacios públicos.
Mismo escenario: Los hechos se concentran en un sector del primer círculo de influencia de la carrera oficial.
Franja horaria crítica: Las avalanchas se producen en la misma franja horaria, generalmente entre las 4:00 y las 6:00 AM.
Calles repletas: La alta densidad de personas aumenta el riesgo de incidentes y la propagación del pánico.
Detonantes menores: Acontecimientos aparentemente insignificantes pueden desencadenar reacciones de pánico masivo.
Ruido como catalizador: Un fuerte ruido repentino suele ser el detonante final de las estampidas.
Epicentro incierto: La falta de pruebas contundentes dificulta la identificación del origen de las avalanchas.
El Ayuntamiento identifica una serie de elementos comunes en las avalanchas: Mismo sector del primer círculo de influencia de la carrera oficial. Misma franja horaria con calles repletas de personas y un clima óptimo. Además está la existencia de uno o varios hechos menores que actúan como detonante así como un fuerte ruido que desencadena reacciones de pánico. No se puede definir un epicentro de las avalanchas.
Estos incidentes en la Madrugá de Sevilla dejaron una profunda herida en la Semana Santa, una clara señal del lado oscuro que puede surgir en medio de la tradición y la fe. Es muy importante trabajar para que el miedo no vuelva a apoderarse de las calles y que la Madrugá sea un espacio de recogimiento, respeto y fervor religioso.