El otro hombre en la cola golpeó la puerta y bromeó: "¿Se ha caído por el desagüe?". La situación se tornó preocupante cuando el hombre no respondió a los llamados.
La obra de Juan Martínez Montañés continúa siendo admirada y venerada por su profunda religiosidad, su magistral ejecución y su incalculable contribución a la Semana Santa de Sevilla.
Doña María tenía un fuerte vínculo con el Real Alcázar y cuenta que desde su muerte su espíritu sigue en el palacio, vagando por los pasillos y patios.