Lo que debía ser un viaje emotivo y espiritual a la capital italiana, con motivo del Jubileo y la presencia de la Hermandad del Cachorro en Roma, terminó en tragedia para dos sevillanos. Manuel, vecino de Los Palacios y Villafranca, perdió la vida el pasado sábado tras ser atropellado por un coche mientras circulaba en patinete junto a su pareja, Raúl M., natural de Montellano, quien resultó herido de gravedad y continúa ingresado en el hospital San Giovanni de Roma.
El siniestro tuvo lugar en las inmediaciones del Piazzale Labicano, una zona próxima al Coliseo romano. La pareja se desplazaba por un carril bici cuando un vehículo, que posteriormente se confirmó que era conducido por una persona en estado de embriaguez, invadió la vía ciclista y arrolló violentamente a los dos jóvenes. Manuel falleció en el acto, mientras que Raúl fue trasladado de urgencia al hospital con politraumatismos y una fractura en la clavícula.
Según ha relatado el propio Raúl en una entrevista concedida este lunes a Canal Sur Radio, el atropello ocurrió mientras descendían un paso a nivel. “Íbamos por el carril bici con un patinete eléctrico que habíamos alquilado para llegar antes al Coliseo, donde habíamos quedado con unos amigos. De repente, un coche invadió el acerado y el carril bici. Nos llevó por delante sin darnos tiempo a reaccionar”, explicó con la voz entrecortada.
La crudeza de los hechos se vio agravada por la reacción del conductor, que lejos de detenerse para prestar auxilio, emprendió la huida tras impactar contra otro vehículo. Abandonó el coche en otra zona de Roma, pero gracias al testimonio de varios testigos presenciales y a la intervención de la policía italiana, fue localizado horas después y detenido. Se enfrenta ahora a cargos por homicidio imprudente, conducción bajo los efectos del alcohol y abandono del lugar del accidente.
Raúl ha querido dejar claro que lo sucedido no puede ser tratado como un accidente: “No ha sido un accidente. Ha sido un irresponsable que, en estado de embriaguez, asaltó el carril bici. Se llevó por delante a mi pareja y arruinó nuestras vidas”, denunció. Al despertar en el hospital, lo primero que hizo fue intentar contactar con Manuel. “Le llamé y no me contestaba. Me pareció raro. Poco después entraron dos policías y me dieron la noticia. Se me vino el mundo abajo”.
Evolución positiva tras ser atropellado
El joven sevillano permanece ingresado desde el sábado, aunque su evolución es positiva. Sufrió un fuerte golpe en la cabeza, hematomas por todo el cuerpo y la ya mencionada fractura de clavícula, que será intervenida este martes. Los médicos esperan poder darle el alta médica el miércoles.
Hasta el hospital romano se han desplazado ya varios familiares desde Sevilla para acompañar a Raúl, quien también ha recibido numerosas muestras de apoyo por parte de amigos y conocidos que se encontraban en Roma para asistir a los actos del Jubileo. “He estado rodeado de gente que me quiere. Agradezco todas las visitas, las llamadas, los mensajes… No he estado solo ni un minuto”, afirmó.
El fallecimiento de Manuel ha generado una profunda conmoción tanto en su localidad natal como en la comunidad andaluza presente en Roma. En Los Palacios, donde era muy querido, vecinos y allegados han expresado su pesar y han comenzado a organizar homenajes en su memoria. La repatriación del cuerpo se llevará a cabo en los próximos días, a la espera de los trámites diplomáticos y judiciales necesarios.
La investigación sigue en curso por parte de las autoridades italianas, que han abierto diligencias contra el conductor, cuya identidad aún no ha sido difundida oficialmente. La embajada española en Roma ha prestado asistencia a la familia y mantiene contacto con las autoridades locales para facilitar el proceso.
El caso ha reabierto el debate sobre la seguridad vial en las grandes ciudades europeas, especialmente en lo que respecta a la convivencia entre peatones, ciclistas, usuarios de vehículos de movilidad personal y el tráfico motorizado. También ha puesto sobre la mesa la necesidad de reforzar las sanciones contra quienes conducen bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Mientras tanto, el dolor de una familia y amigos contrasta con la impunidad inicial de un conductor cuya irresponsabilidad costó una vida joven y truncó otra. Como ha denunciado Raúl, “no se puede hablar de accidente cuando alguien toma el volante borracho. Esto era evitable. Mi pareja no tenía que haber muerto así”.