Recorrer sus salas es descubrir la vida de las personas que lo habitaron y revivir los momentos que aquí tuvieron lugar, convirtiéndolo en un lugar de gran riqueza cultural e histórica.
Nombres como Juan Martínez Montañés, Gaspar Núñez Delgado, Francisco de Ocampo y Felguera, Francisco Pacheco, Valdés Leal, Lucas Valdés, Francisco de Paula Escribano o Lorenzo Barba Figueroa forman parte de este tesoro artístico.
Documentos antiguos mencionan un pasaje subterráneo que conectaba la Torre del Oro con el Alcázar y Triana, además de otros corredores que unían las cárceles de la Inquisición con el Tribunal del Santo Oficio.
Todo comenzó como un día cualquiera en el estanco de las hermanas Silva. Matilde, de avanzada edad, atendía a sus clientes con la amabilidad que la caracterizaba.
Fundada en el año 206 a.C. sobre un asentamiento indígena, Itálica fue una de las ciudades más importantes de la Hispania romana, aunque nunca llegó a ser capital de provincia.
Este enclave, declarado Bien de Interés Cultural, nos transporta a la época romana, revelando los vestigios de una ciudad que floreció entre los siglos I y III d.C.