La leyenda del cazador furtivo y la aparición de la Virgen del Rocío

El hallazgo de la imagen de la Virgen en un lugar inesperado se considera un milagro

Actualizado:
Aparición y encuentro de la Virgen del Rocío.
La leyenda de la Virgen del Rocío.

En las marismas del Guadalquivir, entre cotos reales y haciendas nobles, se extendía un territorio conocido como las Rocinas, prohibido para la caza furtiva. Un día, un cazador que desafiaba las normas se adentró en estas tierras con sus perros.

La leyenda se desarrolla en el siglo XV y tiene como protagonista a un cazador furtivo encontró la imagen de la Virgen en un árbol, entre las cañas de las marismas. La Virgen del Rocío es venerada en Almonte, aunque la leyenda también se asocia a Villamanrique de la Condesa.

Curiosidad y nerviosismo de los perros

Mientras buscaba su presa, los canes se inquietaron y ladraron con insistencia hacia un resplandor extraño entre las cañas. Al acercarse, el cazador descubrió una imagen preciosa de la Virgen sobre un árbol.

Despertó aquel sin la sagrada imagen y volvió al sitio donde la vio primero, y allí la encontró como antes sin tener ningún rasguño pese a las inclemencias meteorológicas tales como lluvias, rayos de sol y tempestades.

Conmovido por su hallazgo, el cazador se dirigió al pueblo más cercano, Almonte (o Villamanrique de la Condesa, según otras versiones de la leyenda). Allí, nervioso y emocionado, relató su descubrimiento a las autoridades religiosas y locales.

Juntos, se dirigieron al lugar indicado por el cazador y encontraron la imagen de la Virgen intacta. Ante tal milagro, decidieron erigir una ermita en su honor, llamándola «Virgen del Rocío» -en primera instancia como Virgen de las Rocinas por el lugar y la maleza donde se encontró la imagen- por el lugar donde la habían encontrado. El hallazgo de la imagen de la Virgen en un lugar inesperado se considera un milagro.

La leyenda cuenta que la imagen era una Virgen de los Remedios que los frailes mercedarios habían escondido en la tierra o en los huecos de los árboles durante la época musulmana para protegerla de la destrucción. Se cree que Alfonso X «el Sabio» la mandó colocar en su actual ubicación. Se dice que la imagen era una Virgen de los Remedios escondida por los frailes mercedarios.

La devoción a la Virgen del Rocío es una importante tradición religiosa en la región que congrega cada año a cientos de miles de personas en la aldea.

La leyenda de la Virgen del Rocío es una parte importante del patrimonio cultural y religioso de Andalucía. Ha inspirado a artistas, escritores y devotos durante siglos y sigue siendo una fuente de fe y esperanza para muchos.