Un nuevo episodio de tensión vinculado a la denominada ‘mafia del taxi’ se registró ayer en los juzgados de Sevilla, donde una taxista, junto a su padre y otros compañeros del sector, protagonizó un incidente al acosar a una de las denunciantes del caso. La víctima sufrió una crisis de ansiedad y requirió asistencia médica tras ser perseguida y grabada con un teléfono móvil dentro de la sede judicial.
El abogado de la acusación ha solicitado la prisión provisional de la conductora implicada, señalando que estos hechos constituyen un intento de intimidación contra los testigos del proceso.
Hostigamiento en plena sede judicial
Los hechos ocurrieron en la mañana de ayer en los juzgados del Prado de San Sebastián. La taxista implicada, quien fue detenida en la segunda fase de la operación Aertase, tenía previsto comparecer en una vista relacionada con incidentes ocurridos durante una huelga del sector. Sin embargo, al quedar suspendida la audiencia, decidió dirigirse a otro juzgado donde declaraban varios denunciantes del caso contra la mafia del taxi.
Según la denuncia presentada, la mujer y su grupo se apostaron en las inmediaciones del juzgado de Instrucción 4, en la primera planta del edificio. En cuanto una de las denunciantes abandonó la sala de declaraciones, fue abordada de manera intimidatoria y seguida por el grupo, que la grabó mientras se desplazaba por el edificio judicial. La víctima, sintiéndose amenazada, buscó protección dentro del juzgado, donde nuevamente se encontró con la taxista, quien continuó filmándola e increpándola. Este episodio derivó en una crisis de ansiedad, lo que obligó a la mujer a acudir a un centro de salud.
Antecedentes y escalada de tensiones
El incidente se enmarca dentro de la investigación sobre la presunta red mafiosa que operaba en la parada de taxis del aeropuerto de San Pablo. La operación Aertase, llevada a cabo en dos fases en enero, se saldó con 26 detenidos y 17 investigados, a quienes se les imputan delitos de amenazas, coacciones, daños y pertenencia a organización criminal. A todos ellos se les prohibió acercarse a menos de 500 metros del aeropuerto, así como utilizar sus licencias de taxi para evitar que terceros operaran en su nombre.
La taxista involucrada en el altercado en los juzgados es hija de uno de los detenidos, quien recientemente intentó recuperar su vehículo tras haber sido inmovilizado por la Policía Local bajo el argumento de que la orden de alejamiento no debía aplicarse a su licencia. Mientras este asunto sigue pendiente de resolución, la mujer protagonizó la situación de acoso en la sede judicial, un acto que ha generado indignación entre los denunciantes.
Petición de medidas cautelares más severas
El abogado de los taxistas denunciantes, Alejandro Gómez Luna, ha presentado una denuncia ante el juzgado de Guardia, que ha derivado el caso al Juzgado de Instrucción 4. En su escrito, el letrado solicita la revisión de las grabaciones de las cámaras de seguridad del edificio judicial para aportar pruebas sobre lo ocurrido. Asimismo, ha solicitado al juez la adopción de medidas más estrictas, incluyendo la prisión provisional de la taxista implicada y una orden de alejamiento para proteger a los denunciantes.
El incidente refuerza la preocupación del magistrado encargado del caso, quien ya había alertado sobre las continuas amenazas de la mafia del taxi a pesar de las detenciones. Con este nuevo episodio, la presión sobre los testigos y el intento de obstaculizar el proceso judicial se convierten en un elemento clave en la evolución de la causa.