Alarma en el colegio CEIP Tierno Galván de Torreblanca, de Sevilla, por riesgo de derrumbe en los techos

Graves problemas de humedad en el CEIP Tierno Galván de Torreblanca

 

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Techo del colegio en mal estado.
Humedades y estado de los techos del colegio.

El deterioro de las infraestructuras del CEIP Tierno Galván, en el barrio sevillano de Torreblanca, ha encendido las alarmas entre la comunidad educativa. Desde abril de 2024, las persistentes humedades han ido agravándose, afectando principalmente a la zona de Educación Infantil. A pesar de las reiteradas peticiones de intervención por parte del equipo directivo y las familias, la solución sigue sin llegar, mientras que la situación se torna cada vez más preocupante.

Las precipitaciones de los últimos meses han acentuado el problema, extendiendo la humedad por pasillos, despachos y aulas. Uno de los puntos más críticos se encuentra en el cuarto del cuadro eléctrico, donde, según denuncian los padres, cae un «cañón de agua» cada vez que llueve. La preocupación por la seguridad del alumnado y el personal docente ha llevado el caso hasta la Delegación Territorial de Educación, sin que hasta el momento se haya encontrado una solución efectiva.

Un problema que afecta a los más pequeños

El problema comenzó tras las lluvias de Semana Santa del año pasado, cuando la dirección del centro alertó al Ayuntamiento de Sevilla sobre la aparición de humedades en los techos. La zona más afectada es la que alberga a los alumnos de tres años, quienes han tenido que convivir con el deterioro progresivo del edificio. Según la Asociación de Madres y Padres (AMPA), en cada aula de esta etapa educativa hay entre 15 y 20 niños, lo que incrementa la preocupación por las consecuencias para su salud.

Lo que al principio parecía un problema localizado ha terminado por extenderse por todo el centro. «Primero fue el pasillo, luego los despachos y ahora las aulas. No hay pared que no tenga marcas de humedad», explica una madre afectada. Las familias aseguran que ya hay menores que han desarrollado resfriados y problemas respiratorios debido a la insalubridad del ambiente.

Falta de respuesta y temor por la seguridad

Pese a la gravedad de la situación, la respuesta institucional ha sido lenta e ineficaz. «Han venido técnicos en varias ocasiones, pero nadie asume la responsabilidad de solucionar el problema», denuncian desde el AMPA. El delegado del Distrito Este-Alcosa-Torreblanca, Ignacio Flores, tiene constancia de la situación, pero las familias siguen esperando medidas concretas.

El miedo al desprendimiento de los techos se ha convertido en la principal preocupación de los padres. «No podemos esperar a que ocurra una desgracia. Hay riesgo real de que los techos cedan y caigan sobre los niños y los profesores», advierten.

Un peligro que ya se vivió en 2016

El caso del CEIP Tierno Galván no es nuevo. En 2016, el Ayuntamiento tuvo que intervenir de urgencia tras el desprendimiento de un techo en un aula de Infantil. Afortunadamente, el incidente ocurrió fuera del horario lectivo, evitando daños personales. Como respuesta, el gobierno municipal de entonces llevó a cabo una reforma con una inversión de más de 235.000 euros, que incluyó la sustitución de las cubiertas.

Sin embargo, nueve años después, el problema ha regresado. La comunidad educativa teme que la historia se repita, pero esta vez con consecuencias más graves. «No podemos permitirnos esperar a que vuelva a pasar lo mismo. Si en 2016 se actuó tras un desprendimiento, esta vez se debería intervenir antes de que sea demasiado tarde», concluyen los afectados.