Un buen amigo, Juan Luis del Valle Rodríguez, me contaba una historia, vivida por una persona cercana a él, que tiene una estrecha relación con un extraño monje. Él me contaba tranquilamente su vivencia para tener una respuesta sobre lo que le sucedió.
Juan Luis me decía: «Ha llovido mucho desde entonces pero aún así lo que me contaron con pelos y señales, incluso estando en el lugar donde ocurrió marcándome cada punto sobre lo acontecido y ha dejado un profundo recuerdo en sus personas».
«Una noche de verano un par de amigos deciden dar un paseo por el pueblo sin destino fijo alguno llegan desde la calle Real al principio de calle Tinado, en San Nicolás del Puerto, la cual es una calle con escasa iluminación le aporta un halo muy misterioso. Giran una curva que hace la calle pasados unos veinte metros de esa bifurcación, ven como frente a ellos calle abajo viene un fraile cubierto con capucha no se le veía ningún rasgo facial a paso extraño y acelerado. Al pasar junto a ellos le dicen quien eres volvió la cabeza no dijo nada y siguió su rumbo girando la curva, los chavales extrañados corrieron a su búsqueda con el infortunio de que no lo pudieron ver desapareció sin sentido alguno» contaba.
«No es la primera experiencia de avistar a este misterioso ser por parte de personas de la localidad o ligados a la misma, lo cual me ha llevado a estar por allí en búsqueda de este ser y por las calles colindantes donde se deja ver, lo que me hizo buscar más allá nunca mejor dicho. Me invadía la curiosidad de saber sobre dicha entidad con bastante certeza y le expliqué a Rafael de Alba el suceso, le consulté ya que él conoce bien los misterios de la zona gracias a ese don tan especial que él posee. Él no dudo en contarme sobre dicho ente tan misterioso, era un fraile el cual le recordaba a sus experiencias por Galicia con la santa compaña ya que portaba una luz» detallaba.
Apariencia tenebrosa
«No es malo a pesar de su tenebrosa apariencia al contrario ya que en vida se dedicaba a ayudar a los pobres, ante tal veraz testimonio pensé en San Diego nacido en esta localidad a lo cual me dijo que no percibió su nombre no me podía asegurar si era este Santo Marucho. Así que la duda me invade al no saber si era el santo canonizado como San Diego de Alcalá ya que falleció en Alcalá de Henares, barajo también la hipótesis de que fuera algún fraile del convento franciscano fundado en el Siglo XVII en la zona del Martinete del que aún queda algún vestigio en dicho enclave» concluía.
El experto Rafael de Alba sugiere que el fraile podría ser una suerte de Santa Compaña, una especia de grupo de espectros «benignos» que acompaña a las almas en tránsito. También San Diego de Alcalá o, tal vez, un fraile del convento franciscano del siglo XIII ubicado en la zona del Martinete. Lo cierto es que no se puede determinar con certeza la identidad del fraile.
Se trata de una experiencia paranormal vivida por estos amigos y en la que destaca la figura del fraile misterioso y su posible relación con la Santa Compaña o con un santo local. La historia refleja la tradición oral y las creencias populares sobre seres sobrenaturales.