Tensión entre los hosteleros de Sevilla y el Ayuntamiento por la nueva ordenanza de veladores

«Se está poniendo en peligro una parte fundamental de la identidad y economía sevillana», alertó Maceda

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Veladores en calle de Sevilla.
Molestia de los veladores o ocupación de la acera.

Los hosteleros de Sevilla han manifestado su descontento con el gobierno municipal tras la última reunión de la Comisión de Veladores. La patronal del sector considera que sus reivindicaciones han sido desoídas y califican de «timo» la propuesta del alcalde sobre el consumo de alcohol en la calle en establecimientos singulares, una medida anunciada en campaña como «los tanques a la calle».

El presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, Alfonso Maceda, ha expresado su frustración tras la escasa receptividad del Ayuntamiento ante sus propuestas. «No nos han tenido en cuenta. Representamos un sector clave en la economía local, con 50.000 empleos generados», declaró. La negativa del consistorio a modificar aspectos clave de la normativa, como la reducción del ancho de paso para peatones de 1,80 a 1,50 metros o el régimen sancionador, ha llevado al gremio a pedir a los grupos políticos que no aprueben la ordenanza en el pleno municipal.

Según las estimaciones del sector, la aplicación de la nueva normativa podría suponer la desaparición del 40% de los veladores en la ciudad, afectando a unos 8.000 puestos de trabajo. «Se está poniendo en peligro una parte fundamental de la identidad y economía sevillana», alertó Maceda.

Los «tanques a la calle»

Uno de los puntos más controvertidos ha sido la promesa incumplida sobre los denominados «tanques a la calle». Durante la campaña electoral, el alcalde José Luis Sanz aseguró que se permitiría el consumo de bebidas en la calle en determinados locales, algo que ahora, según los hosteleros, se ha demostrado inviable. «No hay ningún establecimiento que cumpla los requisitos exigidos, es una normativa vacía», afirmó Maceda.

En cuanto a las sanciones, los hosteleros critican su dureza, equiparándose a las del sector de la construcción. Reclaman que las multas iniciales se reduzcan y que solo en casos graves se retire la licencia de actividad. También denuncian la aplicación de la normativa de Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS), que consideran obsoleta y discriminatoria, ya que afecta exclusivamente a los bares y no a otras fuentes de ruido urbano.

El Ayuntamiento defiende la nueva ordenanza alegando que busca el equilibrio entre la actividad hostelera y el descanso vecinal. El delegado de Urbanismo, Juan de la Rosa, ha destacado que el texto es el resultado de un año de negociaciones y que incluye alegaciones de todas las partes implicadas. Además, asegura que el diálogo seguirá abierto para garantizar el funcionamiento del sector sin perjudicar a la convivencia ciudadana.

Mientras tanto, la Asociación de Hosteleros no descarta movilizaciones si la ordenanza se aprueba sin modificaciones. En los próximos días, se convocará una asamblea para definir posibles acciones a tomar. «No estamos en contra de las normas, pero estas deben ser justas y aplicables», concluyó Maceda.