mono Tití en la rama de un árbol.
Mono Tití similar al sustraído de MundoPark.

Mafias dedicadas al robo de animales pueden estar tras la sustracción de la familia de monos Tití de Pincel en el zoológico Mundopark

Cualquier pista puede comunicarse al teléfono 955 78 11 62

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El zoológico Mundopark ha denunciado con dureza el robo de una familia completa de monos Tití de Pincel, uno de los primates más pequeños del mundo, en un suceso que ha conmocionado tanto a los responsables del centro como a la comunidad local.

El asalto ocurrió en la madrugada del viernes al sábado y, según su director, Juan Luis Malpartida, se trata de un acto "sin piedad" que pone en grave peligro la vida de estos delicados animales.

“Nos han robado nuestra familia de monos Tití de Pincel”, lamentaba Malpartida visiblemente afectado en un vídeo difundido en redes sociales. “Rompieron las instalaciones, entraron sin compasión y se los llevaron, seguramente con fines comerciales”.

La tristeza es profunda no sólo por la pérdida, sino por el daño emocional y biológico que este acto representa: los pequeños titís, criados en cautividad, formaban ya una familia afianzada, que era el orgullo del parque y el deleite de los niños que lo visitaban.

Mundopark, reconocido como un centro de rescate, rehabilitación, conservación, investigación y reintroducción de fauna salvaje, ha expresado su temor de que los animales robados no sobrevivan fuera de un entorno profesional. “A los tres días se van a desprender de ellos o se les van a morir porque no van a saber cuidarlos”, ha advertido el director. También existe el riesgo de maltrato, ya que ante una mordedura —una reacción común si los animales se sienten amenazados—, los delincuentes podrían recurrir a la violencia.

Mafias dedicadas al robo de animales, bajo encargo

Además del componente ético y emocional, el caso adquiere una dimensión legal y sanitaria de gran relevancia. El director del parque ha recordado que estos robos suelen estar organizados por mafias que operan bajo encargo, y ha advertido del grave peligro para la salud pública que implica mantener a estos animales de forma ilegal: “Son tan ignorantes que no saben que les pueden transmitir enfermedades tan graves como el sida o el ébola si no están sanitariamente controlados”. La tenencia ilegal de estos ejemplares puede conllevar penas de prisión, y Malpartida no ha dudado en señalarlo con firmeza: “No son conscientes del paquete que les puede caer encima”.

El suceso no es el primero que sufre Mundopark. En 2018 ya se produjo un robo similar, lo que refuerza la hipótesis de que se trata de una acción reiterada por parte de redes organizadas. Por ello, el parque ha hecho un llamamiento urgente a la ciudadanía para que colabore con cualquier información que ayude a recuperar a los animales. Cualquier pista puede comunicarse al teléfono 955 78 11 62.

Mientras tanto, un único ejemplar de tití quedó en la instalación. Se encuentra asustado, solo y traumatizado, sin la compañía de su familia. Este detalle, tan simbólico como desgarrador, resume la crudeza de un acto que no solo ha afectado al parque, sino a un proyecto comprometido con la conservación de la biodiversidad.

El especial cuidado de los monos Tití de Pincel

Los monos Tití de Pincel, conocidos por sus carismáticos bigotes blancos y su diminuto tamaño, requieren cuidados muy específicos que sólo pueden ofrecer centros especializados como Mundopark.

Su alimentación, su socialización en grupo, el control veterinario regular y el enriquecimiento ambiental son esenciales para su bienestar. No se trata de simples “mascotas exóticas”: son animales extremadamente sensibles, cuyo estrés puede provocar enfermedades e incluso la muerte en cuestión de días si se ven separados de su grupo o expuestos a condiciones inadecuadas.

El trabajo de conservación de especies como el tití es vital en un contexto global donde el tráfico ilegal de fauna continúa siendo una de las principales amenazas para la biodiversidad. Centros como Mundopark desempeñan un rol clave en la protección y recuperación de estas especies, por lo que atentados como este no sólo son un crimen, sino una afrenta directa a la lucha por la preservación del planeta.

"Tarde o temprano caerán estos desgraciados", concluye Malpartida con firmeza. El zoológico y su amantes de los animales no pierden la esperanza de recuperar a los pequeños titís y de que la justicia alcance a quienes han atentado contra la vida y el bienestar de unos animales tan frágiles como entrañables.