
La solución ignorada a los atascos de la AP-4, rápida, barata y sin respuesta
A esto se suma el paso constante de vehículos de gran tonelaje, muchos de ellos procedentes de ferris que atracan en la costa gaditana, lo que está acelerando el desgaste del firme

La AP-4, la autopista que une Sevilla con Cádiz, vuelve a ser noticia, no por sus avances, sino por sus atascos. Y es que, a pesar de existir una propuesta "rápida y barata" para poner fin a las retenciones que sufre casi a diario esta vía, las autoridades siguen sin dar una respuesta.
La iniciativa, presentada en 2024 por la Cámara de Comercio de Sevilla y Gaesco (la patronal de la construcción), ha caído en el silencio administrativo más absoluto.
Este pasado miércoles, durante la presentación de la actualización del informe "Las 10 grandes obras de infraestructuras que necesita la provincia", ambas entidades han recordado que hace justo un año propusieron al Gobierno una solución técnica y económica para paliar los colapsos de tráfico que se producen en la AP-4 desde que se eliminó el peaje. Una medida que no solo beneficiaría a los conductores particulares, sino también al sector logístico, que depende en gran parte de esta vía para acceder a los puertos de la Bahía de Cádiz.
Una autopista saturada, AP-4, y cada vez más deteriorada
La situación es crítica. La supresión del peaje, aunque celebrada en su momento, ha traído consigo una sobrecarga de tráfico que ha desbordado la capacidad de la autopista. A esto se suma el paso constante de vehículos de gran tonelaje, muchos de ellos procedentes de ferris que atracan en la costa gaditana, lo que está acelerando el desgaste del firme.
“La saturación es constante, no solo en verano. El pasado domingo se registraron retenciones kilométricas de varias horas”, ha denunciado Francisco Herrero, presidente de la Cámara de Comercio. Una realidad que ya no puede considerarse estacional.
La propuesta presentada en 2024 tiene un valor añadido: su simplicidad. Según explicaron Herrero; Juan Aguilera, gerente de Gaesco; y Abraham Carrascosa, experto en infraestructuras de la firma Cremades & Calvo Sotelo, la clave está en el diseño original de la AP-4. Al haberse construido antes de que entrara en vigor la normativa española, se aplicó el modelo norteamericano, que contempla carriles más anchos de lo habitual.
Gracias a esto, sería técnicamente viable habilitar -como solución temporal- un tercer carril para vehículos pesados utilizando solo medio metro del arcén interior y exterior. Este carril, con velocidad limitada y ubicado a la derecha en ambos sentidos, podría crearse sin grandes obras, únicamente mediante señalización horizontal. “Solo se necesita pintura”, resumió Carrascosa.
Un silencio que incomoda
La respuesta inicial de la Delegación del Gobierno en Andalucía fue trasladar la propuesta a la Dirección General de Carreteras y a la de Tráfico para su análisis. Sin embargo, también pidieron a las entidades “prudencia y discreción” para evitar que la iniciativa trascendiera públicamente. Doce meses después, el resultado es el mismo: ninguna contestación, ninguna acción.
Mientras tanto, los atascos siguen, la indignación ciudadana crece y la mejora integral de la AP-4 sigue sin calendario. Se acerca otro fin de semana y se prevén más atascos.
El informe presentado recuerda que el proyecto de ampliación completa de la autopista —incluyendo nuevas conexiones en Los Palacios y Villafranca, El Cuervo de Sevilla y el aeropuerto de Jerez— requiere una inversión total de 268 millones de euros y no estaría concluido antes de 2031. De momento, ni siquiera ha arrancado la redacción de los proyectos.
Ante esta parálisis, la pregunta es inevitable y todos la tienen en la cabeza: ¿por qué no se actúa si existe una alternativa técnicamente viable, económica y con impacto inmediato? La respuesta, como el tercer carril, sigue pendiente de pintura y de voluntad política. Mientras tanto, la AP-4 seguirá, verano tras verano, siendo un cuello de botella para miles de conductores.