
Fracasa el plan del Ayuntamiento: la turistificación arrasa con el centro histórico de Sevilla
Turistificación sin freno en Sevilla, un año después, los pisos turísticos siguen creciendo en el Casco Antiguo

Hace poco más de un año, el Ayuntamiento de Sevilla aprobó la regulación de los pisos turísticos y declaró al Casco Antiguo como zona saturada, en un intento de poner freno al crecimiento descontrolado del turismo.
No obstantes, según un reciente informe de la asociación vecinal La Revuelta, la medida “ha quedado en papel mojado”. La organización considera que el gobierno municipal ha perdido una “oportunidad histórica” para contener un fenómeno que, lejos de ralentizarse, se ha intensificado.
De acuerdo con el análisis de La Revuelta, desde que entró en vigor la normativa, se han registrado 147 nuevos pisos turísticos en el Casco Antiguo, lo que equivale a que uno de cada cuatro nuevos alojamientos turísticos abiertos en Sevilla durante el último año se concentra en este distrito.
Totalizando estos nuevos apartamentos suman 655 plazas, una cifra que, según los vecinos, demuestra que la declaración de zona saturada “no ha servido para nada”.
La asociación subraya que el 83,67% de estos nuevos pisos turísticos son ilegales, ya que se encuentran en zonas que, según la normativa municipal, habían alcanzado el 10% máximo permitido de viviendas turísticas. Para los representantes de La Revuelta, esta situación evidencia una grave “falta de control, de inspecciones y de voluntad política para hacer cumplir la regulación”.
“El Ayuntamiento presume de haber puesto límites, pero lo cierto es que esos límites no existen en la práctica”, indican desde el colectivo.
Los vecinos del centro denuncian que los barrios tradicionales —como Santa Cruz, San Bartolomé o San Lorenzo— continúan perdiendo residentes, comercios de proximidad y vida cotidiana, sustituidos progresivamente por apartamentos turísticos y locales orientados al visitante.
El auge de los apartamentos turísticos en Sevilla
Desde La Revuelta advierten de que los pisos turísticos ilegales son solo “la punta del iceberg” del problema. A los alojamientos registrados en zonas saturadas se suman otros que ni siquiera aparecen en los registros oficiales, pero que se anuncian en plataformas digitales.
Igualmente el colectivo denuncia el crecimiento de los Apartamentos Turísticos (AT), establecimientos que ocupan edificios completos y que, según afirman, se están expandiendo sin restricciones.
Durante el último año, el Casco Antiguo ha incorporado 79 nuevos Apartamentos Turísticos, que ofrecen 1.829 plazas adicionales. La asociación recuerda que ya presentó alegaciones para que la limitación municipal también afectara a este tipo de establecimientos, pero el gobierno local rechazó incluirlos en la normativa.
Un modelo urbano en riesgo
El fenómeno de la turistificación no solo afecta al mercado inmobiliario, sino también a la estructura social y económica del centro de Sevilla. Las asociaciones vecinales alertan de que la presión turística está expulsando a los residentes permanentes y provocando un cambio en la identidad de los barrios históricos.
“Las calles se llenan de maletas y terrazas, pero se vacían de vecinas, tiendas y vida”, lamentaban desde La Revuelta.
El colectivo reclama al Ayuntamiento que refuerce las inspecciones, sancione los pisos ilegales y amplíe las restricciones a todos los formatos de alojamiento turístico. También piden medidas para facilitar el acceso a la vivienda a los residentes y fomentar la recuperación del comercio local.
Mientras tanto, el Casco Antiguo de Sevilla continúa en el punto de mira de la presión turística, atrapado entre la necesidad de proteger su patrimonio y el avance de un modelo económico que, según denuncian los vecinos, amenaza con convertir el centro histórico en un parque temático del turismo para visitantes.

