Un brote del denominado pulgón negro de los cítricos, también transmisor del virus de la tristeza, ha sido identificado en el Parque de María Luisa de Sevilla. Este insecto afecta a unos 200 naranjos, lo que equivale al 21% de los 940 árboles de cítricos de esta emblemática zona verde. La detección ha puesto en alerta a la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, que ya ha ordenado medidas urgentes para frenar su propagación.
Aunque este tipo de pulgón nunca se había registrado en Sevilla ni en Andalucía, sí se había identificado en la cornisa Cantábrica. Según el área de Parques y Jardines, el riesgo principal radica en que, si no se controla, podría convertirse en una plaga y amenazar la producción agrícola, especialmente por su capacidad de transmitir el virus de la tristeza, una enfermedad que se creía erradicada hace décadas.
Tratamientos ecológicos para contener la plaga
La Consejería ha recomendado el uso de productos sostenibles y respetuosos con los insectos auxiliares para combatir el pulgón. Durante esta semana, técnicos municipales tratarán los naranjos afectados en el Parque de María Luisa y en otras áreas donde se ha detectado el problema, como el Parque de las Delicias y el muelle gestionado por el Puerto de Sevilla.
El tratamiento incluirá la aplicación de una mezcla de aceite parafínico y jabón potasicofosfórico, autorizados como soluciones ecológicas. Además, se instalarán trampas cromotrópicas, dispositivos que atraen y capturan pulgones mediante colores específicos y una superficie adhesiva. Estas trampas, que normalmente se utilizan para monitorear la presencia de plagas, se emplearán ahora con fines de control masivo.
Desde la Junta de Andalucía han insistido en que la situación es puntual y está bajo control. “Se están aplicando todas las medidas necesarias para evitar su avance. Queremos transmitir un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos de Sevilla”, ha asegurado un portavoz.
La detección precoz del pulgón, realizada mediante inspección visual y trampas de monitoreo, ha permitido una intervención rápida. Las bajas temperaturas actuales también favorecen el control del insecto, aunque existe preocupación de que, si persiste en estado latente, pueda resurgir con fuerza en primavera.
Prevención frente a nuevos brotes
Además de los tratamientos químicos y las trampas, se están adoptando medidas adicionales para frenar la expansión del pulgón. Una de ellas consiste en crear barreras alrededor de los troncos de los árboles para evitar el acceso de hormigas, que suelen dispersar los pulgones al alimentarse de la melaza que estos producen.
Por otro lado, Parques y Jardines ha informado que la plaga de mosca blanca y cochinilla que afectó a los naranjos durante el verano ya ha sido controlada. Las autoridades reiteran su compromiso con la preservación del arbolado urbano y la sostenibilidad de los tratamientos aplicados.