Descubren restos arqueológicos, musulmanes o romanos, bajo el Cenador de Carlos V del Alcázar de Sevilla

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Los sondeos realizados con georradar en el Cenador de Carlos V del los Reales Alcázares de Sevilla han dado como resultado la detección de posibles vestigios arqueológicos en todo lo que es este espacio en el entorno de los jardines.

Vestigios en el subsulelo del Cenador de Carlos V

El director en España de la World Monuments Fund, Pablo Longoria, indicó que «hay cosas» en el subsuelo del Cenador de Carlos V, tratándose de un entorno en el que «hay 3.000 años de historia en el subsuelo» y ya «no sólo enterramientos» ya que los análisis detectan que «había restos de distintas épocas hasta cuatro metros de profundidad en el suelo».

Ell World Monuments Fund estudia «explorar la posibilidad de financiar la restauración» del espacio del Cenador de Carlos V, aunque indica que el estado de conservación del mismo es «regular».

Sobre el estudio realizado tenía mucho peso el «interés de saber si en el subsuelo había restos arqueológicos» que pudieran ser «los sepulcros de los antiguos reyes musulmanes», ya que es el origen del Alcázar parte del palacio de Al Mutamid, construido en el siglo XI, durante la etapa islámica de Sevilla.

Evidencia de ello es que las casas del Patio de Banderas número 7 y 8, propiedad del Ayuntamiento de Sevilla y con incorporación al recinto monumental, tienen vestigios arquitectónicos de palacio correspondientes al periodo islámico.

Restos que pudieran ser musulmanes o romanos

Estos restos podrían ser desde los inicios de la construcción musulmana a la antigua fortaleza romana que se enclavaba en este mismo lugar, dos opciones que son factibles y de gran interés arqueológico recordando que bajo el patio de banderas también hay restos de similar época.

El Cenador de Carlos V fue edificado en los jardines del Real Alcázar en conmemoración del gran evento del matrimonio del emperador con Isabel de Portugal, el 17 de octubre de 1525 en Sevilla. El pabellón tiene cerámica del siglo XVI  procedentes del taller de los hermanos Polido con una más que llamativa solería.

La edificación mezcla elementos de la arquitectura mozárabe, en consonancia con el palacio musulmán, con elementos renacentistas.