Vehículos y agentes de la Policía Nacional.
Agentes de la Policía Nacional en el transcurso de la "Operación Vulcano".

Clanes de la droga y plantaciones indoor, la Policía actúa de nuevo en las Tres Mil Viviendas

Operación Gugjiir: más de 800 plantas de marihuana decomisadas en el corazón del Polígono Sur

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Una nueva operación policial en el conflictivo barrio de las Tres Mil Viviendas vuelve a señalar el foco sobre los graves problemas que arrastra esta zona del Polígono Sur. Bajo el nombre de Operación Gugjiir, cerca de medio centenar de agentes de la Policía Nacional han llevado a cabo un dispositivo de enrome envergadura que ha culminado con el desmantelamiento de varios cultivos indoor de marihuana en cuatro domicilios de la barriada Martínez Montañés, concretamente en el sector conocido como Las Vegas.

La intervención, aún activa al cierre de esta edición, ha arrojado un balance provisional de 820 plantas de marihuana decomisadas, unos seis kilos de cogollos y abundante material técnico empleado en la producción de estas plantaciones ilegales. Pese a la contundencia del operativo, de momento no se han producido detenciones.

El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, ha señalado que esta operación “forma parte del compromiso firme del Gobierno de España y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado con la lucha contra la criminalidad, especialmente la vinculada al narcotráfico, en todos los barrios de la ciudad y la provincia”.

Apagones constantes por el consumo eléctrico desmesurado

Más allá del balance policial, la operación ha vuelto a poner en el centro del debate uno de los problemas más graves que padecen los vecinos de las Tres Mil Vivienda como son los continuos apagones eléctricos.

Las plantaciones de marihuana indoor requieren de un excesivo consumo de electricidad para mantener lámparas, sistemas de ventilación, riego y climatización, lo que ha provocado colapsos en la red eléctrica del barrio, que ya de por sí se encuentra en condiciones precarias.

El uso fraudulento del suministro eléctrico, que se hace mediante enganches ilegales a la red, no solo representa un delito, sino que genera frecuentes cortes de luz que afectan a toda la comunidad, incluyendo familias que no tienen ninguna relación con la actividad delictiva.

Estos apagones pueden durar horas, e incluso días, dejando sin electricidad a hogares enteros, centros escolares y servicios básicos. En verano, con las altas temperaturas, esta situación se vuelve especialmente crítica.

Clanes de la droga y clima de inseguridad en las Tres Mil VIviendas

El trasfondo de esta situación está relacionado con la consolidación de redes criminales y clanes familiares dedicados al cultivo y distribución de marihuana, que operan con un notable grado de impunidad.

Estas estructuras controlan gran parte del tráfico de drogas en el barrio y han generado un clima de inseguridad permanente entre los vecinos, que conviven con amenazas, extorsiones y un ambiente de violencia latente.

Según fuentes policiales, el Polígono Sur se ha convertido en un enclave estratégico para el cultivo de cannabis en Sevilla, debido al control territorial que ejercen estos clanes y la escasa presencia de servicios públicos.

Las operaciones como Gugjiir o la reciente Operación Vulcano, realizada el mes pasado se saldó con la incautación de otras 417 plantas y más de dos kilos de cogollos, son una muestra del esfuerzo policial por frenar una actividad que, lejos de remitir, se multiplica con rapidez.

Asociaciones de vecinos y colectivos sociales del Polígono Sur han vuelto a alzar la voz ante la situación de abandono que sufre el barrio. Denuncian que las intervenciones policiales, aunque necesarias, son solo una parte de la solución, y reclaman una intervención general que combine la lucha contra el narcotráfico con políticas sociales, educativas y de empleo que ofrezcan alternativas reales a una población acorralada por la pobreza y la exclusión.

“La mayoría de los vecinos de Martínez Montañés solo quieren vivir tranquilos, pero se sienten rehenes de los narcos y olvidados por las administraciones”, indica el portavoz de una de las plataformas de vecinos del barrio.

Las Vegas los focos de la criminalidad siguen encendidos, y con ellos, las lámparas de cultivo que alimentan un negocio clandestino que apaga la luz, literal y metafóricamente, a miles de vecinos.