Un grave descuido administrativo ha dejado a la Policía Local de Sevilla sin 45 patrulleros este miércoles, tras no superar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en el plazo establecido. La Jefatura de la Policía Local ha reconocido un error en la gestión de las citas para estas revisiones obligatorias, lo que ha provocado que numerosos vehículos se encuentren inmovilizados en las dependencias policiales.
Esta situación ha generado una importante merma en la capacidad operativa de la Policía Local, especialmente en distritos como Macarena, donde seis patrulleros, incluyendo los asignados a la Oficina de Gestión de Atestados y a la Unidad de Intervención Nocturna, se encuentran fuera de servicio. Otros distritos como Triana-Los Remedios, Sur y Este han perdido cuatro vehículos cada uno, mientras que Centro, Bellavista, Cerro-Amate, Nervión y la unidad del aeropuerto cuentan con tres patrulleros menos.
Para solucionar este problema, la Policía Local ha establecido un riguroso protocolo. Los vehículos deberán ser trasladados a lo largo de esta semana a la estación de ITV del polígono El Pino, en turnos de mañana y tarde. Antes de cada desplazamiento, los patrulleros pasarán por el taller de mantenimiento de la Jefatura para recoger la documentación necesaria y recibir las instrucciones pertinentes. Una vez superada la ITV, deberán regresar al taller para entregar la documentación.
Una orden interna, a la que ha tenido acceso este periódico, subraya la importancia de cumplir estrictamente con las citas y de mantener una comunicación diaria sobre los vehículos que no pueden circular. Se ha instado a los agentes a hacer uso del resto de patrulleros disponibles y, en caso de necesidad, solicitar vehículos adicionales a la Jefatura.
Consecuencias para la seguridad ciudadana
La falta de patrulleros en las calles de Sevilla plantea interrogantes sobre la capacidad de la Policía Local para garantizar la seguridad ciudadana. La ciudadanía se pregunta si este incidente podría tener un impacto en los tiempos de respuesta ante emergencias y en la prevención de delitos.
La Policía Local debe tomar medidas para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro, y garantizar así que la ciudadanía cuente con un servicio policial eficaz y seguro.
Un cúmulo de errores paraliza la flota
La falta de previsión en la gestión de la flota de vehículos de la Policía Local de Sevilla ha desencadenado una crisis que está afectando a numerosos servicios policiales. Un total de 45 patrulleros se encuentran inmovilizados por no haber pasado la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en el plazo establecido, lo que ha provocado una merma significativa en la capacidad operativa de distintos distritos y unidades especializadas.
Entre los servicios más afectados se encuentran la Unidad de Tráfico-Motoristas, la Unidad de Medio Ambiente, la unidad del Agente Tutor y el distrito de San Pablo. Este último, por ejemplo, se ha visto obligado a paralizar dos de sus vehículos, lo que dificulta la realización de sus tareas habituales. De igual modo, el proyecto estrella del alcalde, José Luis Sanz, el programa del Agente Tutor, se ha visto perjudicado por la falta de disponibilidad de vehículos para realizar las charlas en colegios y centros educativos.
Según fuentes municipales, el origen del problema radica en la necesidad de retirar las láminas de seguridad de los vehículos para poder superar la ITV. Estas láminas, instaladas en el mandato anterior, no cuentan con la homologación necesaria. Sin embargo, la oposición y los sindicatos denuncian una falta de previsión y una gestión negligente por parte de la actual corporación, que ha permitido que esta situación se prolongara durante casi un año y medio sin tomar las medidas oportunas.
La huelga de los inspectores agrava la situación
La situación se ha complicado aún más debido a la huelga del personal de las ITV, lo que ha retrasado aún más la resolución del problema. Mientras tanto, las críticas hacia la gestión municipal no cesan. El PSOE ha denunciado la «irresponsabilidad» del gobierno de José Luis Sanz, mientras que los sindicatos exigen responsabilidades y la apertura de un expediente informativo para esclarecer los hechos.
Este caso pone de manifiesto una serie de errores evitables en la gestión de la flota policial. La falta de previsión, la falta de coordinación y la falta de soluciones a tiempo han generado una crisis que podría haberse evitado con una planificación adecuada.