
Alarma en Sevilla: confirman gripe aviar en el Parque del Tamarguillo
El desenlace servirá para esclarecer la virulencia del brote de gripe aviar, pero el debate sobre la gestión de los parques de Sevilla sigue abierto

La aparición de decenas de aves muertas en el Parque del Tamarguillo la pasada semana ha encendido las alarmas en Sevilla. Los análisis preliminares han confirmado la presencia de gripe aviar, aunque todavía se desconoce si se trata de una variante de alta o baja virulencia.
El Ayuntamiento de Sevilla ha elevado a 68 el número de ejemplares fallecidos en este espacio verde y ha ordenado el cierre del recinto como medida de precaución.
Las muestras se remitieron al laboratorio de referencia de Algete (Madrid), dependiente del Ministerio de Agricultura. Mientras llegan los resultados definitivos, el Consistorio mantiene una coordinación estrecha con la Junta de Andalucía a través de las consejerías de Medio Ambiente, Salud y Agricultura.
Al respecto de todo ello señalan que “estamos a la espera del nivel de virulencia para seguir el protocolo que marquen las autoridades competentes”.
Primeras medidas adoptadas contra la gripe aviar en Sevilla
Desde que se detectaron los primeros cadáveres, el Ayuntamiento ha impulsado varias actuaciones. Además del cierre del parque, se solicitaron análisis del agua y necropsias de los animales en centros especializados.
Los resultados iniciales descartaron contaminación por pesticidas, metales pesados o fitosanitarios, y tampoco se han hallado indicios de cianobacterias. No obstante, la necropsia completa aún tardará unas semanas.
El área municipal de Arbolado, Parques y Jardines ha anunciado que trabaja en un contrato específico para la gestión de fauna urbana, una materia que hasta ahora no estaba regulada. La idea es incorporar este apartado a la planificación de la misma manera que se hace con el arbolado o las zonas verdes.
En paralelo, Ecologistas en Acción ha lanzado duras críticas contra la gestión municipal. Según la organización, la situación en los parques y estanques de la ciudad es “deplorable”, lo que convierte a estos espacios en focos de enfermedades.
“No se trata de hechos aislados ni sobrevenidos, sino de un deterioro acumulado que desemboca en mortandades masivas”, afirman
Los ecologistas señalan que los estanques presentan problemas de eutrofización, exceso de nutrientes y falta de limpieza adecuada como causas principales.
Estos factores, unidos a la contaminación y al uso de herbicidas, crean un entorno desfavorable para aves, peces y anfibios. En su opinión, la falta de un mantenimiento regular ha convertido muchos cuerpos de agua en “criaderos de enfermedades” que mata a los animales.
La organización recuerda además que la ordenanza municipal de arbolado obliga al Ayuntamiento a velar por la conservación de la fauna urbana. A su juicio, las investigaciones que se anuncian tras cada episodio de mortandad rara vez se hacen públicas, lo que genera desconfianza y falta de transparencia.
Antecedentes recientes en Sevilla
El problema no es nuevo. El verano pasado, en el Parque de María Luisa, murieron varios cisnes y anátidas en circunstancias que entonces se atribuyeron a peleas entre aves.
Más recientemente, en el estanque de los Lotos, la acumulación de fango coincidió con altas temperaturas y provocó la muerte de numerosos ejemplares.
En el Parque de Miraflores, la situación también preocupa: aguas estancadas en mal estado se encuentran a escasos metros de zonas de ocio y restauración.
Ecologistas en Acción advierte de que estas mortandades son menos frecuentes en espacios mejor gestionados, como el Parque del Alamillo o las lagunas del Sapo, donde se aplican soluciones basadas en la naturaleza. Estas técnicas permiten una depuración más sostenible y reducen el riesgo de episodios críticos.
Las entidades ambientales proponen medidas como mejorar la aireación y el aporte de agua limpia en los estanques, reducir el uso de pesticidas y fertilizantes, y aplicar sistemas de depuración natural. Señalan ejemplos en Córdoba y Sevilla donde estas estrategias han demostrado ser eficaces y menos costosas a largo plazo.
“El equilibrio de los ecosistemas acuáticos es frágil”, inciden. “Un exceso de nutrientes o una subida de temperatura pueden bastar para desencadenar una crisis sanitaria”. Cconsideran esencial anticiparse a los riesgos y reforzar la transparencia en la comunicación de resultados.
No se trata de un episodio puntual de gripe aviar, lo ocurrido en el Parque del Tamarguillo ha puesto en primer plano la gestión de los espacios verdes urbanos. La mortandad de aves no solo afecta a la biodiversidad, sino que también puede derivar en episodios de zoonosis.
El Ayuntamiento de Sevilla defiende que está siguiendo los protocolos establecidos y que ampliará sus planes de gestión. Los ecologistas, en cambio, insisten en que la falta de mantenimiento, la contaminación y la opacidad informativa son las causas de fondo.