Miedo en el chalet ‘embrujado’ de Tarazona

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En ocasiones el misterio tiene diferentes formas de manifestarse, cuando menos se espera. Es lo que le ocurrió a una familia en su recién estrenado chalet en Sevilla.

«Nos trasladamos aquí por que Paco lo encontró a buen precio y teníamos ganas de vender el piso y trasladarnos a un sitio más tranquilo, ten en cuenta que era un piso en Nervión con 200 metros cuadrados pero la zona es muy escandalosa y los días de partido peor aún» me día Lucía.

El chalet de sus sueños o sus pesadillas

«Todo comenzó cuando nos mudamos al chalet, le habíamos hecho unas obras pero menores, luego la mudanza y demás, notamos que había cosas que no encontrábamos y que luego aparecieron en el garaje pero no le dimos más importancia, donde muchos tocan es normal que se quede algo «perdido» y que luego aparezca» decía la propietaria.

No obstante surgió un problema: «un día mi hija fue a comprar el pan al supermercado de la urbanización y le dijeron, al ver que era una cara nueva, que dónde vivía y demás, entonces le dijeron que la casa había estado abandonada durante años y se decía que estaba embrujada. Nosotros creímos que sólo la trataron de asustar con un cuento así, pasamos de supersticiones y pensamos que era absurdo» pero el precio del «chirriaba».

«Pero desde el primer día algo extraño pasaba. La luz parpadeaba constantemente y se escuchaban extraños ruidos por las noches«. La familia intentó ignorarlo pero cuando su hijo pequeño empezó a hablar con un niño que nadie más podía ver, se dieron cuenta de que algo anormal estaba pasando «jamás había hecho eso nunca y nunca tuvo «amigos» imaginarios».

El «amigo fantasma»

El niño decía que su amigo era un fantasma que vivía en la casa antes de que ellos llegaran. Así la familia trató de convencerlo de que era solo su imaginación, pero el niño seguía hablando con su amigo invisible, algo que ya comenzaba a preocupar.

Pero los fenómenos iban en aumento y «se escuchaban carreritas por medio del pasillo o risas» así que decidimos investigar la historia de la casa y «descubrimos que un niño había muerto allí años antes, eso me dejó helada».

Lo peor que vivieron fue cuando «el niño fantasma lo vimos un día, Paco y yo, estábamos poniendo la mesa fuera, junto a la piscina, era de noche, la cena, y vimos a un niño junto a la piscina. Le dijimos que quién era, nos sonrió y desapareció, me quedé muerta».

La investigación

La familia intentó buscar explicaciones a este suceso pero no la encontraron, se negaban a pensar que fuera un fantasma.

Me llamaron y estuvimos haciendo comprobaciones en el chalet donde se registraron inclusiones psicofónicas muy claras. No seré yo quién diga que allí habita un fantasma pero, desde luego, si decía, atendiendo a las psicofonías, que se llamaba «Antonio» y que «quería a su mamá».

La familia llamó a un sacerdote que bendijo la casa ,se redujeron los fenómenos extraños en su interior aunque, ocasionalmente siguen viviendo hechos extraños que, en ocasiones, he tenido la oportunidad de presenciar como esas luces que se encienden  y apagan solas o las oleadas de frío inexplicable al igual que esos pasos en el piso de arriba.

«Te acabas acostumbrando y si te diré que el chalet lo vendemos para irnos a otro sitio más tranquilo» concluyó, paradójicamente, la propietaria.