El Sudario de Oviedo y su paso por Sevilla

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Representación pictórica del Paño de la Verónica.
Sudario de Oviedo y su estancia en Sevilla.

La Santa Iglesia Catedral de Oviedo alberga uno de los objetos más venerados por la tradición cristiana: el Sudario de Oviedo, también conocido como el Pañolón de Oviedo. Según la tradición, este lienzo envolvió la cabeza de Jesucristo tras su crucifixión.

El Sudario se encuentra en la Cámara Santa de la Catedral, un recinto de dos plantas que guarda las reliquias más preciadas del templo. En la planta inferior, en una arca de plata llamada Arca Santa, se encuentra el Sudario, junto a otras reliquias como la Cruz de los Ángeles y la Cruz de la Victoria.

El Sudario es objeto de veneración popular y puede ser visto por los fieles en tres ocasiones al año: el Viernes Santo, el 14 de septiembre (fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz) y el 21 de septiembre (Octava de la Santa Cruz).

Aunque pocos son los que conocen que tuvo un paso por la capital hispalense.

Vista del Pañolón de Oviedo.
Sudario de Oviedo.

Recorrido histórico

La tradición narra que el Sudario fue llevado a España para protegerlo de la invasión persa de Palestina en el año 614. Tras un periplo por el Mediterráneo y el norte de África, llegó a la península ibérica por Cartagena en el año 617. De allí pasó a Sevilla, Toledo y finalmente a Oviedo, donde se encuentra desde el siglo VIII.

El rey Alfonso II el Casto ordenó construir la Cámara Santa para albergar el Sudario. En el año 1075, durante la estancia en la ciudad de Alfonso VI, se realizó un inventario de las reliquias de la Cámara Santa, incluyendo el Sudario. El rey, fascinado por la reliquia, ordenó que se recubriera de plata en el año 1113.

La datación por radiocarbono ha situado su origen entre los siglos VI y VII, lo que coincide con la tradición cristiana. Sin embargo, algunos estudiosos aún ponen en duda su autenticidad.

¿Cómo fue la estancia del Sudario de Oviedo en Sevilla?

El paso del Sudario de Oviedo por Sevilla fue un breve periodo en su larga historia, pero dejó una huella significativa en la ciudad. Se estima que la reliquia llegó a Sevilla en torno al año 617, tras la invasión persa de Palestina.

Los cristianos que huían de los persas la llevaron consigo el Arca Santa, que contenía el Sudario y otras reliquias. Era el año 614 y se huía de Palestina con el Arca en dirección a Egipto. Se cree que la ruta que siguieron bordeó las costas africanas, haciendo escala en Alejandría (Egipto), vía el presbítero Filipo, antes de llegar a España por Cartagena donde San Fulgencio, obispo de Écija, dispuso su traslado a Sevilla, donde se encontraba bajo la tutela de San Isidoro, obispo de la ciudad.

San Isidoro, una vez fue nombrado obispo de Toledo trasladó el Arca con las reliquias a la ciudad en e el siglo VII; momento en el que construyó una nueva caja (de roble). Debido a la invasión musulmana se ocultó el Arca durante 80 años dentro de la denominada como «Cueva de Santo Toribio» en el monte Monsacro en Asturias.

San Isidoro, conocido por su gran sabiduría y erudición, se encargó de custodiar el Arca Santa y sus reliquias durante más de dos décadas en la capital hispalense hasta ese obligado paso al norte. Durante este tiempo, el Sudario de Oviedo se convirtió en un objeto de gran veneración para los sevillanos, como todas las reliquias que estuvieron en contacto con la figura de Jesuscristo.

Tras la muerte de San Isidoro en el año 636, el Arca Santa permaneció en Toledo, la capital del reino visigodo, con el sur ya con abundantes tropas musulmanas.

Documentos históricos

En la «Historia legionense», del año 1115, se escribe que el arca llegó a Sevilla dentro de un barco directamente desde Jerusalén. Su estancia en Oviedo se debe al rey Alfonso II.

En la lista de reliquias del llamado «manuscrito de Valenciennes» de dice que el arca tuvo el recorrido inicial de África. Posteriormente documentado con Cartagena, Toledo y, finalmente, a Oviedo. Fue en una posterior versión cuando ya se incluye Sevilla antes que Toledo.

El «Chronicon mundi» del historiador Lucas de Tuy, de entre los años 1232 y 1239 hace referencia a la misma. El texto indica que el arca fue llevada a Toledo en  el siglo VII. En el 711 se la trasladó a Asturias y que en el año 828 fue llevada a Oviedo.​

Aunque la estancia del Sudario de Oviedo en Sevilla fue breve, dejó un legado importante en la ciudad. El paso del Sudario de Oviedo por Sevilla es un importante capítulo en la Historia de la ciudad así como un indicador de la protección de las reliquias durante un periodo turbulento como la invasión musulmana.