Sevilla se ha visto sacudida por dos impactantes sucesos ocurridos en las últimas horas. Por un lado, la Policía Nacional investiga la misteriosa muerte de un matrimonio en el barrio de Rochelambert. Por otro, agentes de la Policía Local lograron detener en Nervión al ex policía Manuel Lebrón, prófugo de la justicia desde hace más de un año.
Hallazgo inquietante en Rochelambert
En la noche del jueves, agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional hallaron los cuerpos sin vida de un hombre y una mujer, ambos de unos 60 años, en el interior de un piso ubicado en la calle Puerto de la Mora. Los cadáveres se encontraban en la cama del dormitorio principal y, según fuentes de la investigación, no presentaban signos aparentes de violencia.
El hallazgo fue seguido de una minuciosa inspección por parte de los equipos de Policía Científica, mientras una comisión judicial permanecía a la espera para ordenar el levantamiento de los cuerpos. Posteriormente, los cadáveres fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Sevilla, donde se practicarán las autopsias que podrían esclarecer las causas del fallecimiento.
Aunque por ahora no se descarta ninguna hipótesis, la ausencia de indicios visibles de violencia abre la posibilidad de una causa natural, conjunta o pactada, aunque la investigación continúa abierta.
En la puerta del inmueble permanecía un patrullero de la Policía Nacional, mientras varios vecinos, consternados, trataban de recabar información sobre lo sucedido.
Detenido el ex policía fugado Manuel Lebrón
Horas antes, en un operativo que combinó rapidez e intuición policial, agentes de la Policía Local arrestaron en Sevilla a Manuel Lebrón, el ex agente de la Policía Local de Alcalá de Guadaíra que llevaba más de un año prófugo tras aprovechar un permiso penitenciario para no regresar a prisión.
Lebrón fue detenido este miércoles tras amenazar a un taxista en la zona de Nervión. Según fuentes policiales, el taxista detectó una actitud sospechosa y avisó a unos agentes mientras circulaba por la avenida Eduardo Dato. Al percatarse de la presencia policial, el ex agente intentó huir, pero fue finalmente interceptado en la calle Jiménez Aranda tras una persecución en la que un agente resultó levemente herido.
Durante el arresto, Lebrón portaba dos cuchillos, un puño americano, una pistola táser y una importante suma de dinero en efectivo. Fue trasladado a la Jefatura Superior de Policía, donde protagonizó un altercado que requirió la intervención del servicio de emergencias sanitarias del 061 para administrarle medicación tranquilizante.
Un historial de violencia y huidas
Manuel Lebrón arrastra un largo historial delictivo. Fue condenado por maltratar a su ex pareja, retener ilegalmente a sus hijos y agredir a varios policías. En uno de los episodios más estremecedores, utilizó a uno de sus hijos como escudo humano durante un asalto policial para recuperar a los menores, tras negarse a devolverlos a su madre en diciembre de 2017.
En el pasado, Lebrón ha protagonizado múltiples incidentes violentos, desde amenazas con armas de fuego hasta persecuciones policiales. Su perfil combina una notable inteligencia –es licenciado en Derecho y llegó a ejercer como abogado– con una conducta extremadamente violenta y desafiante hacia las autoridades, a las que no ha dudado en enfrentar públicamente a través de redes sociales.
En el momento de su detención este miércoles, sobre él pesaban dos órdenes de ingreso en prisión y otras dos de búsqueda y detención. Su arresto supone el fin de una larga fuga que mantenía en alerta a las fuerzas de seguridad.
Ambos sucesos han generado gran impacto social en Sevilla. Mientras en Rochelambert se espera que las autopsias determinen si la muerte del matrimonio encierra un trasfondo trágico, la detención de Lebrón cierra un capítulo oscuro de violencia y fuga prolongada, pero también pone sobre la mesa la necesidad de revisar el sistema de permisos penitenciarios.