El verano entra con fuerza en Andalucía, y especialmente en Sevilla y el Valle del Guadalquivir, donde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha emitido un aviso especial por la llegada inminente de la primera ola de calor del año. Las previsiones apuntan a temperaturas extremas que podrían alcanzar entre 42 y 44 grados en ciudades como Córdoba y Sevilla a partir del sábado.
El fenómeno, que comenzará a notarse ya desde este jueves con un progresivo ascenso térmico, se consolidará durante el fin de semana y se mantendrá, según los expertos, al menos hasta mediados de la próxima semana. Rubén del Campo, portavoz de la AEMET, ha advertido que “el sábado se despertará con noches tropicales en gran parte del centro y sur peninsular”, incluyendo amplias zonas de Andalucía donde los termómetros no bajarán de los 22 a 24 grados durante la madrugada.
Durante el día, el calor se hará aún más notable. Las temperaturas diurnas rebasarán los 40 grados en buena parte del sur peninsular, y de forma destacada en el Valle del Guadalquivir, que se convertirá en una de las regiones más castigadas por este episodio de calor extremo. “El domingo podríamos ver un nuevo repunte, con máximas que volverán a escalar hasta los 44 grados en Córdoba y Sevilla”, ha señalado Del Campo, quien insta a extremar la precaución ante esta situación.
Mucho calor en Sevilla
La capital hispalense, acostumbrada a convivir con los rigores del verano, se enfrenta así a uno de los picos de calor más tempranos de los últimos años. A esto se suma un mes de junio especialmente cálido, que según AEMET podría convertirse en el más caluroso de la serie histórica, con registros que en muchos casos han superado entre 5 y 10 grados las medias habituales para estas fechas.
El impacto de este tipo de olas de calor va más allá del termómetro. Sanidad ha lanzado una serie de recomendaciones para prevenir los riesgos asociados a las altas temperaturas, como los golpes de calor, la deshidratación o el agravamiento de patologías en personas vulnerables. Beber agua con frecuencia, evitar la exposición solar en las horas centrales del día y utilizar protección solar son algunas de las medidas básicas para minimizar los efectos del calor.
Además, se insiste en prestar especial atención a niños, personas mayores y enfermos crónicos, los colectivos más expuestos a sufrir complicaciones. Las autoridades locales ya han comenzado a coordinar dispositivos de vigilancia en zonas especialmente sensibles, como centros de mayores y hospitales.
Mientras tanto, Sevilla y todo el Valle del Guadalquivir afrontan con cautela y previsión esta primera gran embestida térmica del verano. Un recordatorio más del peso creciente que tiene el cambio climático en la vida cotidiana de los andaluces.