El cierre de la tienda Guess en el número 60 de la calle Sierpes, una de las arterias comerciales más reconocidas de Sevilla, marca un nuevo capítulo en la creciente sustitución del tejido comercial tradicional por apartamentos turísticos. El edificio, ubicado en la esquina con la calle Jovellanos, pasará a acoger seis alojamientos turísticos en sus plantas superiores, que hasta ahora estaban destinadas a oficinas.
La Gerencia de Urbanismo ha aprobado el cambio de uso del inmueble, dando luz verde a un proyecto promovido por la Inmobiliaria Santa Rita S.L., y firmado por el arquitecto Alberto Balbontín. El plan contempla la transformación de las plantas primera, segunda y ático en apartamentos turísticos, mientras que la planta baja conservará su uso comercial, aunque sin la presencia de la marca Guess, que ha trasladado su actividad al Sevilla Fashion Outlet, alejándose así del centro histórico.
Este cambio no es un caso aislado, sino un síntoma más de una problemática que preocupa cada vez más a vecinos, comerciantes y expertos en urbanismo: la conversión masiva de edificios residenciales y de oficinas en alojamientos turísticos. Aunque el Ayuntamiento ha aprobado recientemente limitaciones al número de pisos turísticos, esta medida no afecta a los denominados establecimientos de apartamentos turísticos, como el caso del edificio de Sierpes 60, que se rige por el decreto de la Junta de Andalucía y escapa a los nuevos porcentajes impuestos por el consistorio.
Apartamentos turísticos en Sevilla
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en abril de este año Sevilla contaba con 2.465 apartamentos turísticos, lo que representa un incremento del 9,6% respecto al mismo mes del año anterior. Ese mismo mes, 52.202 de los 327.463 visitantes que llegaron a la ciudad optaron por este tipo de alojamiento, con una estancia media cercana a los tres días.
El auge de este modelo de hospedaje tiene consecuencias palpables en la ciudad. Por un lado, contribuye a la expulsión de vecinos del centro histórico debido al encarecimiento del alquiler y a la pérdida de servicios esenciales. Por otro, está provocando una transformación comercial preocupante: comercios de proximidad y tiendas históricas están dando paso a negocios orientados exclusivamente al turismo o, como en este caso, abandonando el centro ante la presión de un mercado inmobiliario al alza.
La calle Sierpes, que hasta hace poco albergaba una oferta comercial variada y de cierto nivel, se enfrenta ahora a un nuevo dilema: mantener su identidad o seguir cediendo espacio a la lógica del turismo de masas. Según informes recientes, esta vía es la quinta más cara del casco histórico de Sevilla, con un precio de 58 euros por metro cuadrado, una cifra que favorece la especulación y acelera la transformación del uso de los inmuebles.
La justificación presentada por los promotores del proyecto ante Urbanismo señala que el entorno es «principalmente comercial y turístico», lo que parece validar la conversión del edificio. Sin embargo, no todos comparten esta visión. Asociaciones vecinales y colectivos ciudadanos han advertido de los riesgos de saturación turística, pérdida de identidad y desequilibrio urbano que esta dinámica está generando en el centro sevillano.