La Feria de Abril de Sevilla aún no ha comenzado oficialmente, pero ya se ha visto sacudida por una grave polémica que pone en entredicho la gestión del Ayuntamiento -una más-. Más de un centenar de casetas han sido objeto de robos durante el periodo de montaje, una situación que ha generado alarma entre caseteros, trabajadores y formaciones políticas de la oposición, que denuncian la falta total de medidas de vigilancia en el recinto ferial.
El Grupo Municipal Socialista -PSOE- ha sido especialmente crítico con el equipo de gobierno del alcalde José Luis Sanz, al que acusan de «falta de previsión» y «desorganización crónica». El concejal socialista Juan Carlos Cabrera ha calificado lo ocurrido como un «nuevo caso de irresponsabilidad institucional», al no haberse previsto un contrato de seguridad que garantizara la vigilancia del recinto durante las semanas previas a la celebración.
“Estamos ante una absoluta dejación de funciones. La seguridad en el montaje de la Feria no es algo menor. Estamos hablando de centenares de personas que trabajan a diario, de materiales y estructuras de gran valor, de instalaciones en proceso que requieren protección. No puede ser que un evento de esta envergadura, que mueve millones y es escaparate internacional, arranque con robos masivos y sensación de descontrol”, ha señalado Cabrera.
Denuncia pública del PSOE
Según ha informado el PSOE, la asociación de montadores —colectivo encargado de levantar las casetas— ya había advertido públicamente del clima de inseguridad que se vivía desde los primeros días del montaje. Estas denuncias, sin embargo, no habrían sido atendidas por el Consistorio hasta que los hechos fueron conocidos por los medios de comunicación.
El origen del problema, explican desde la oposición, radica en la ausencia de un contrato de vigilancia específico para este periodo. Dicho contrato debería haberse gestionado en octubre de 2024, pero no fue impulsado a tiempo. Finalmente, el 4 de abril, la Junta de Gobierno local resolvió desistir de la licitación, alegando «falta de tiempo», lo que dejó a los montadores y caseteros sin cobertura de seguridad.
Desde el Grupo Socialista critican que esta situación es reflejo de un modelo de gestión “a golpe de improvisación” por parte del alcalde. “Ya lo vimos en Semana Santa, y ahora lo volvemos a ver con la Feria. Es evidente que no hay una planificación real para los grandes eventos de la ciudad”, ha añadido Cabrera.
«Caos organizativo»
Por su parte, el portavoz socialista Antonio Muñoz ya había alertado el 10 de abril sobre el «caos organizativo» que se estaba viviendo en el recinto. En aquel momento, ya se habían producido algunos incidentes relacionados con el tráfico y se reportaban robos menores, que con el paso de los días han ido en aumento hasta superar el centenar de casetas afectadas.
Muñoz también denunció la “falta de respuesta institucional” frente a las reclamaciones de los colectivos implicados, que exigían mayor presencia policial, control de accesos y medidas de prevención que, según ellos, brillaban por su ausencia. “No se puede consentir que Sevilla afronte su Feria en estas condiciones. La imagen que estamos proyectando es lamentable”, concluyó.
Policía Local
Mientras tanto, se ha confirmado que los agentes de la Policía Local recibirán complementos por productividad desde la etapa de pre-feria, una medida que busca incentivar su participación activa. Sin embargo, esta decisión no ha bastado para frenar el sentimiento de inseguridad entre los trabajadores del recinto, que piden soluciones urgentes y duraderas.
A pocos días del inicio oficial, la Feria de Sevilla arranca con una sensación de desprotección generalizada. Y con ella, una nueva crisis que pone a prueba la capacidad de gestión del gobierno municipal.