La Feria de Abril tiene una realidad menos visible pero preocupante: los robos durante el periodo de montaje de las casetas. A medida que la ciudad se prepara para recibir a miles de visitantes, se vuelve cada vez más evidente la necesidad de reforzar la vigilancia en el recinto ferial durante los días previos a su inauguración.
Durante el montaje de las casetas, que puede alargarse por varias semanas, muchas estructuras quedan parcialmente abiertas, sin puertas o sin sistemas de seguridad instalados. Esta vulnerabilidad es aprovechada por ladrones que acceden con facilidad a los recintos para sustraer materiales de construcción, electrodomésticos, mobiliario o incluso objetos personales de los operarios. Los afectados no solo son particulares y familias, sino también empresas proveedoras y trabajadores que ven peligrar su sustento ante estos actos delictivos.
Un problema que no es nuevo
El problema no es nuevo. Cada año, caseteros y montadores denuncian ante los medios y las autoridades los continuos robos que sufren. A pesar de ello, la vigilancia durante esta etapa sigue siendo insuficiente. La seguridad se refuerza considerablemente una vez inaugurada la feria, pero los días previos continúan siendo un punto ciego. La falta de cámaras, de presencia policial efectiva o de rondas de vigilancia durante la noche deja a los montadores en una situación de desamparo.
Ante esta realidad, es urgente que el Ayuntamiento de Sevilla, en colaboración con los cuerpos de seguridad, tome medidas concretas para prevenir estos delitos. Algunas posibles soluciones incluyen el aumento de patrullas nocturnas en el recinto ferial, la instalación de cámaras temporales en puntos estratégicos, así como la implementación de un sistema de registro y control de acceso durante el montaje.
Además, es fundamental que se escuche a los propios caseteros y trabajadores, quienes conocen de primera mano las necesidades de seguridad en esta etapa. Solo con un enfoque preventivo y colaborativo se podrá garantizar que la Feria de Abril no se vea empañada por actos delictivos que afectan tanto a su imagen como a la economía local.
Desde el Ayuntamiento de Sevilla ya se ha indicado que habrá una patrulla dando rondas por todo el recinto durante toda la noche en este periodo, que podría prevenir robos aunque no es una solución definitiva.
La Feria de Sevilla debe ser un espacio seguro desde su preparación hasta su clausura. Protegerla es proteger el esfuerzo, la tradición y el trabajo de miles de personas que hacen posible este acontecimiento cada año.