Ubicada en un enclave privilegiado, la Casa de Santa Teresa guarda entre sus muros un legado histórico invaluable. Construida en el siglo XVI, fue adquirida por los hermanos de Santa Teresa y García Álvarez para albergar a las monjas que acompañaban a la santa en su fundación del Carmelo en Sevilla.
Tras años de abandono, la Casa de Santa Teresa ha encontrado una nueva esperanza en manos del prestigioso arquitecto Alberto Balbontín. Su proyecto de rehabilitación promete devolverle al edificio su esplendor original, respetando al máximo sus elementos históricos y arquitectónicos.
La propiedad actual de la casa recae en la sociedad de uno de los magnates del acero más importantes de España, José María Aristrain. Con su apoyo y el talento de Balbontín, la Casa de Santa Teresa se perfila como un futuro referente cultural y arquitectónico de Sevilla.
Un edificio desconocido con un potencial extraordinario
La Casa de Santa Teresa es un ejemplo de la riqueza patrimonial de Sevilla. Su historia, su arquitectura y su ubicación privilegiada la convierten en un proyecto de gran interés cultural y turístico.
La rehabilitación de la Casa de Santa Teresa contribuirá a revitalizar el entorno de la Catedral y a enriquecer la oferta cultural de la ciudad.
La Casa de Santa Teresa es un símbolo del renacimiento de Sevilla, una ciudad que apuesta por la conservación de su patrimonio y por la creación de nuevos espacios culturales de calidad.
Joyas ocultas de Sevilla: La Casa de Santa Teresa se prepara para su renacimiento
En una visita realizada hace más de una década por miembros de Adepa, se pudieron apreciar algunos de los elementos más destacados de la Casa de Santa Teresa: la imponente escalera principal, los elaborados artesonados de la primera planta y los elegantes salones, todos ellos merecedores de ser conservados. El patio principal, aunque no tan llamativo, también posee su propio encanto.
La Casa de Santa Teresa ha experimentado diversas reformas a lo largo de su historia. Fue casa templaria tras la toma de Sevilla en 1248 por el rey San Fernando. En la década de 1920, el arquitecto Vicente Traver la adaptó como vivienda, y en la de 1980, Rafael Manzano la transformó en sede de una oficina bancaria. Sin embargo, en 2008, la construcción de sótanos en una finca adyacente provocó graves problemas de conservación, lo que hace necesario un refuerzo estructural en el proyecto de rehabilitación.
Una vez que el proyecto cuente con la aprobación de Urbanismo y la Comisión de Patrimonio, las obras de rehabilitación podrían durar unos veinte meses. El futuro hotel no tendrá aparcamiento subterráneo, pero podría contar con una piscina o alberca en la cubierta. Las fachadas de las calles Padres Marchena y Zaragoza se conservarán, manteniendo la esencia del edificio.
La Casa de Santa Teresa se ubicará en una zona del centro de Sevilla donde ya operan hoteles de cinco estrellas como el Nobu de la Plaza de San Francisco y el histórico Colón de la calle Canalejas. Además, se prevén la apertura de nuevos negocios de cuatro estrellas en las inmediaciones.
Un reflejo del auge turístico de Sevilla
La ciudad se encuentra en un momento de gran crecimiento turístico, con la previsión de superar los tres millones de visitantes a finales de 2024. La oferta hotelera se expande para satisfacer esta demanda, y la Casa de Santa Teresa se convertirá en un nuevo referente de lujo y exclusividad.
En Sevilla existe un consenso generalizado sobre la importancia de dar uso al patrimonio histórico-artístico para garantizar su conservación. La Casa de Santa Teresa es un ejemplo perfecto de esta filosofía, transformándose en un hotel que no solo preservará su valor histórico, sino que también contribuirá a la revitalización económica y cultural de la ciudad.
La Casa de Santa Teresa se suma a otros casos en los que conventos sevillanos se han convertido en hospederías para generar ingresos para las congregaciones. El convento de la calle Águilas y el de Santa Rosalía son ejemplos de esta tendencia, que se espera que se amplíe en el futuro.
La rehabilitación de la Casa de Santa Teresa es un símbolo del renacimiento de Sevilla, una ciudad que apuesta por la conservación de su patrimonio y por la creación de nuevos espacios culturales y turísticos de calidad.