La preocupación se ha convertido en rutina para los vecinos de El Juncal, un barrio tradicionalmente tranquilo que desde hace meses vive una situación de inseguridad creciente. Robos continuos, actos de vandalismo y una sensación generalizada de impunidad han encendido las alarmas en esta comunidad situada entre las avenidas Ramón y Cajal, la Ronda del Tamarguillo y la avenida de la Paz.
La indignación vecinal se canalizó este miércoles en una asamblea celebrada en la Plaza del Juncal. Allí, decenas de residentes se reunieron con la delegada del Distrito Sur, Blanca Gastalver, acompañada por Luis García y Javier Fernández, director y coordinador del distrito, respectivamente. La cita fue impulsada por Elisabeth Verdugo, una vecina del barrio que decidió acudir al Ayuntamiento para pedir respuestas ante lo que califica como una “escalada sin precedentes” de inseguridad.
“Ni siquiera en los 80, cuando había más problemas con las drogas, se vivió una situación como esta”, lamentó Verdugo, visiblemente preocupada pero también satisfecha por la respuesta vecinal. “Por primera vez vi que había mucha gente en una reunión del barrio. Eso dice mucho de la gravedad del problema”.
Situación alarmante por la ola de robos es El Juncal
Según relatan los vecinos, los robos comenzaron de forma casi anecdótica, con el hurto de pomos y embellecedores metálicos de los portales. Sin embargo, la situación se ha deteriorado con rapidez: se han saqueado sistemas de aire acondicionado –robando motores o cortando cables para llevarse el cobre– y, más recientemente, se han producido allanamientos en viviendas. Solo durante la pasada Feria, se registraron tres robos en pisos de la Plaza del Sella, dos de ellos habitados por estudiantes. “Parece que vigilaron a los inquilinos, esperaron a que se fueran y entraron”, señala Verdugo, quien no descarta que los autores sean bandas organizadas.
Ante esta situación, la delegada Gastalver prometió trasladar la inquietud vecinal a las autoridades competentes y anunció que a principios de junio se celebrará una reunión con responsables policiales para abordar el problema. Además, hizo un llamado a denunciar todos los hurtos y actos de vandalismo. “Si no se denuncia, no hay constancia oficial y la Policía no puede actuar”, recordó Verdugo, citando a la concejala.
La inseguridad no es la única preocupación de los vecinos. También se abordaron temas como la limpieza, el mantenimiento urbano y la poda de árboles. Javier Fernández ofreció incluso su número personal para que los residentes puedan enviarle fotografías de situaciones que requieran atención urgente. Aun así, Verdugo se muestra escéptica: “Con los robos creo que sí se moverán, pero en limpieza o urbanismo no tengo tanta fe. Aquí hay que insistir mucho, como han hecho en El Plantinar”.
La reunión ha sido un primer paso, pero los vecinos insisten en que seguirán movilizándose hasta recuperar la seguridad que durante años fue uno de los sellos del barrio.