
Estreno del tranvibús en Sevilla con opiniones divididas entre usuarios y conductores
Lo que antes podía recorrerse en unos 19 minutos en automóvil, ahora llega a suponer hasta 40 minutos en hora punta

El tranvibús de Sevilla comenzó a funcionar ayer lunes en su primera jornada oficial, marcando un hito en la movilidad de la ciudad. La iniciativa, que busca mejorar la conexión entre barrios periféricos y zonas estratégicas, generó una acogida moderada entre los usuarios.
Mientras algunos viajeros celebraban la posibilidad de contar con un enlace directo entre Torreblanca, Sevilla Este y Nervión, otros expresaban su decepción por la lentitud del trayecto y la falta de información previa sobre la puesta en marcha del servicio.
Desde primera hora de la mañana, el tranvibús registró una ocupación constante, lo que demuestra la expectativa generada en la zona. Varios pasajeros reconocieron que el nuevo transporte representa un avance, ya que facilita la conexión con centros de trabajo y estudios situados en Nervión.
Pero las críticas no tardaron en aparecer. Muchos usuarios coincidieron en que el vehículo circulaba “demasiado lento” y se detenía con frecuencia en los semáforos, lo que alargaba innecesariamente los tiempos de viaje. También la espera en las paradas que llegada a los 28 minutos según los usuarios,
Varios pasajeros confesaron que se enteraron de la puesta en marcha solo al ver circular los vehículos, lo que evidenció un déficit de comunicación sobre el inicio del servicio.
“Está bien tener una alternativa al coche, pero si el trayecto tarda el doble que en automóvil no resulta práctico”, decía una vecina de Sevilla Este que utilizó el tranvibús en su ruta al trabajo.
Atascos y quejas de los conductores de Sevilla Este
La otra cara de la jornada inaugural la vivieron los conductores que transitan a diario por las principales avenidas del sector. La implantación del carril reservado para el tranvibús redujo el espacio disponible para el tráfico privado en vías como la Avenida de las Ciencias, la Avenida de Luis Uruñuela y Kansas City.
El resultado fue inmediato con indeseadas retenciones prolongadas y trayectos que se duplicaron en duración. Lo que antes podía recorrerse en unos 19 minutos en automóvil, ahora llega a suponer hasta 40 minutos en hora punta.
Las quejas se multiplicaron entre los conductores, que consideraron que la medida perjudica a quienes dependen del coche para desplazarse y reclamaron alternativas que eviten colapsar la circulación.
“Entiendo que quieran fomentar el transporte público, pero deberían haber planificado mejor la convivencia con el tráfico habitual”, decía un taxista que sufrió retrasos en varios servicios durante la mañana.
El Ayuntamiento de Sevilla ha defendido en varias ocasiones el proyecto del tranvibús como una apuesta por el transporte sostenible y la reducción de emisiones contaminantes.
No obstante, la primera jornada ha dejado claro que el sistema enfrenta el reto de equilibrar la comodidad de los usuarios con la fluidez del tráfico en algunas de las vías más transitadas de la capital andaluza.
En barrios como Torreblanca y Sevilla Este, donde miles de vecinos dependen a diario del coche para acceder a otras zonas de la ciudad, las retenciones han generado un malestar notable. El temor de muchos residentes es que estas complicaciones no se limiten a los primeros días de adaptación, sino que se conviertan en una rutina que afecte a la vida cotidiana.
Los próximos días serán claves para medir el grado real de aceptación del tranvibús y la capacidad de las autoridades para introducir ajustes que mejoren la eficiencia del servicio. La fluidez de los semáforos, la comunicación con los vecinos y la búsqueda de soluciones al tráfico privado serán aspectos determinantes para consolidar el nuevo sistema.
Por el momento, el estreno del tranvibús ha dejado una impresión ambivalente: satisfacción moderada entre quienes ya lo utilizan y malestar creciente entre los conductores que soportan atascos. El reto, a partir de ahora, será lograr que el nuevo transporte cumpla con su objetivo de mejorar la movilidad sin agravar los problemas existentes en las calles de Sevilla.