La juez del juzgado de Instrucción número 13 de Sevilla ha decretado prisión provisional para los dos presuntos autores del crimen de Reda el Archad, un joven marroquí de 21 años que fue asesinado en el barrio de Santa Clara el pasado domingo. Ambos sospechosos, de 18 años, se les imputa un presunto delito de homicidio.
La decisión se tomó a petición de la Fiscalía y la acusación particular, tras las comparecencias de los detenidos en sede judicial, donde prestaron declaración. El juzgado, que se encontraba en funciones de guardia de incidencias cuando ocurrieron los hechos, será el encargado de investigar la causa.
Tensión en los juzgados
La llegada de los detenidos a los juzgados generó momentos de tensión. Familiares de uno de ellos y amigos de la víctima se encontraron en la puerta, profiriendo insultos y amenazas. La Policía Nacional tuvo que intervenir con una dotación de la UIP para garantizar la seguridad de todos los presentes.
La investigación del caso continúa para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades. Se espera que en las próximas semanas se recojan más pruebas y testimonios que ayuden a reconstruir lo sucedido la noche del crimen.
El asesinato de Reda el Archad ha conmocionado al barrio de Santa Clara y a la ciudad de Sevilla en general. Se han organizado diversas concentraciones para mostrar el rechazo a la violencia y expresar el pésame a la familia de la víctima.
Tras una concentración de protesta en memoria de Reda el Archad, el joven marroquí asesinado en Santa Clara, sus amigos se dirigieron a los juzgados donde se celebraba la comparecencia de los dos presuntos autores del crimen.
En recuerdo de la víctima
Con fotos a gran tamaño de la víctima, el grupo buscaba justicia mientras se enfrentaba a los familiares de uno de los detenidos, quienes a su vez culpaban al otro individuo por la muerte de Reda. La tensión escaló a un conato de enfrentamiento que solo se disolvió con la intervención de la Policía Nacional.
Los agentes desplegados en la zona separaron a ambos grupos, ubicándolos en extremos opuestos del recinto. Finalmente, los dos presuntos autores del crimen fueron conducidos fuera del juzgado ya entrada la tarde.
La Policía Nacional disolvió el conato de enfrentamiento y separó a ambos grupos controlando la zona a fin de evitar más enfrentamientos que pudieran derivar en actos violentos que pusiera en peligro la integridad física de los ciudadanos.