Dolor e indignación por la muerte de dos agentes de la Guardia Civil en Barbate

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Funeral de uno de los guardias civiles muertos.
Una narcolancha mató a dos agentes de la Guardia Civil en Barbate.

Los dos agentes fallecidos, Miguel Ángel González Gómez y David Pérez Carracedo, recibieron sepultura en emotivas ceremonias. En la capilla ardiente de David Pérez Carracedo, un momento de tensión se vivió cuando la viuda se negó a que el ministro Marlaska colocara una medalla en el féretro, expresando que su marido «no hubiera querido esto».

La tragedia en Barbate ha puesto de relieve la peligrosa realidad del narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar. La investigación continúa para esclarecer todos los detalles del suceso y determinar las responsabilidades. La sociedad española se une al dolor de las familias de los agentes fallecidos y exige justicia.

Kiko el Cabra: Una historia de venganza y narcotráfico en el Estrecho

Marcos y Francisco Javier M.P., alias Kiko el Cabra, eran socios inseparables en el peligroso mundo del narcotráfico. Ambos se dedicaban a «las gomas», el pilotaje de las planeadoras que transportan droga por el Estrecho de Gibraltar.

A finales de enero, Marcos murió en un accidente de lancha en Sanlúcar de Barrameda. Según fuentes de la Guardia Civil, la lancha donde se encontraba Marcos chocó contra una patrullera mientras transportaba gasolina. La muerte de su amigo golpeó duramente a Kiko el Cabra, quien juró venganza.

Kiko el Cabra, un veterano con más de 15 años de experiencia en el narcotráfico, no se retiró tras la muerte de Marcos. Al contrario, su sed de venganza lo llevó a embestir una lancha de la Guardia Civil en Barbate, causando la muerte de los agentes Miguel Ángel González Gómez y David Pérez Carracedo.

Las autoridades no creen que la acción de Kiko el Cabra haya sido un accidente. Según fuentes del Estrecho, «los estuvo mareando hasta que los arrolló». Esta acción despiadada refleja la crueldad y el desprecio por la vida que caracteriza a los narcotraficantes.

Kiko el Cabra, quien tiene antecedentes por resistencia a la autoridad, desobediencia y blanqueo de capitales, fue detenido el año pasado con 40 kilos de hachís. Sin embargo, se encontraba en libertad al momento del ataque.

La muerte de los dos agentes de la Guardia Civil ha conmocionado a España y ha puesto de relieve la gravedad del problema del narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar. Se necesitan medidas contundentes para combatir este flagelo que amenaza la seguridad y la vida de las personas.

La historia de Kiko el Cabra es una historia de venganza, narcotráfico y muerte. Es un recordatorio de la necesidad de luchar contra este crimen organizado que tanto daño causa a la sociedad.

Kiko el Cabra: Un tren de vida a base de narcotráfico y tragedia

Francisco Javier M.P., alias Kiko el Cabra, presunto autor del atropello mortal a dos agentes de la Guardia Civil en Barbate, disfrutaba de un alto tren de vida gracias a los lucrativos beneficios del narcotráfico. Se estima que los pilotos de planeadoras, como Kiko el Cabra, pueden llegar a ganar hasta 15.000 euros por viaje.

El Cabra poseía dos propiedades, una en La Línea de la Concepción y otra en el área conocida como Villa Narco en El Zabal, reflejo de su riqueza mal habida. Además, conducía un lujoso todoterreno 4×4.

La planeadora en la que viajaban seis personas al momento del accidente, tres de ellas mecánicos que se bajaron en Sotogrande para reparar una avería. Tras dejar a los mecánicos, Kiko el Cabra y los otros dos tripulantes (sin antecedentes penales) pasaron la noche en la embarcación. Al encallar en La Línea, huyeron a pie a la sierra de Carboneras, donde fueron finalmente acorralados y detenidos.