Carreras ilegales y abandono institucional, el Polígono Sur vuelve a ser escenario de un accidente

Los responsables del siniestro abandonaron el lugar corriendo, según relataron varios testigos

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Carrera ilegal urbana.
Público viendo una carrera ilegal.

La noche del domingo volvió a ser una jornada de alta tensión en las Tres Mil Viviendas, en el Polígono Sur de Sevilla. Una carrera ilegal terminó en accidente cuando un vehículo, ocupado por cuatro jóvenes, impactó violentamente contra un coche estacionado, que a su vez chocó con otro automóvil aparcado en la misma calle. Los responsables del siniestro abandonaron el lugar corriendo, según relataron varios testigos.

Este incidente no es un hecho aislado. Desde hace años, los vecinos del Polígono Sur vienen denunciando la proliferación de carreras ilegales de coches y motos, especialmente los fines de semana, sin que hasta ahora hayan recibido una respuesta eficaz por parte de las autoridades. La situación, aseguran, es insostenible.

Alertas ignoradas

Según testimonios recogidos por este periódico, los residentes comenzaron a alertar a los servicios de emergencia desde primeras horas de la tarde. Llamaron en repetidas ocasiones al 112, al 092 —número de la Policía Local— y al 091 —Policía Nacional—. Pese a la insistencia, únicamente una patrulla de la Policía Nacional se presentó en el lugar horas más tarde.

La presencia policial no disuadió a los participantes de las carreras, que llegaron incluso a rodear el vehículo oficial mientras continuaban sus maniobras temerarias. Ante la impotencia de la patrulla, los vecinos se vieron obligados a llamar nuevamente al 091 para pedir refuerzos, describiendo en tiempo real el peligro que corrían.

«La Policía Local no apareció en ningún momento», lamenta una vecina. «Nos tienen abandonados. Llamábamos al 092 y nos dejaban varios minutos en espera antes de que alguien respondiera, y al final nunca vinieron». Otros testimonios coinciden: «Esto no es nuevo. Pasa todos los fines de semana, pero cuando llega el buen tiempo es aún peor».

Un barrio convertido en circuito

El principal escenario de estas carreras ilegales es la calle Padre José Sebastián Bandarán, una vía ancha que se convierte cada noche en un circuito improvisado. Además de las competiciones de velocidad, los corredores y sus acompañantes montan botellones, instalan altavoces con música a gran volumen y ocupan tanto la calzada como las aceras, obligando a los peatones a refugiarse en sus casas.

«Ya no podemos ni salir a comprar el pan por la noche», asegura otro vecino. «Coches y motos circulan a toda velocidad por donde deberían caminar personas. Hay riesgo real de atropello y nadie hace nada».

El ruido, el miedo y la sensación de impunidad se han instalado en un barrio que arrastra históricamente graves problemas de exclusión social y falta de servicios básicos.

Accidentes cada vez más frecuentes

El accidente del domingo no ha sido el primero, ni probablemente será el último si la situación no cambia. En los últimos meses se han producido varios incidentes graves relacionados con estas carreras clandestinas. En uno de ellos, un coche acabó empotrado contra la valla de un centro de salud, comprometiendo la seguridad de los usuarios del ambulatorio. En otros casos, los daños han alcanzado a edificios residenciales, con muros y cerramientos destrozados por los impactos.

Pese a las continuas denuncias, los vecinos perciben que sus peticiones de ayuda son ignoradas. Exigen más presencia policial, controles de tráfico y medidas de prevención para frenar unas actividades que, denuncian, ponen en riesgo su vida cada día.

Un grito de auxilio

«La noche en el Polígono Sur no es solo ruido. Es miedo. Es la certeza de que en cualquier momento puede pasar una desgracia mayor», advierte un portavoz vecinal. «No queremos ser noticia el día que haya muertos. Queremos soluciones ya».

Mientras tanto, la indignación crece en un barrio acostumbrado a convivir con el abandono y que, una vez más, se ve obligado a lanzar un grito de auxilio a las instituciones.