
Acoso escolar y negligencia: lo que la Fiscalía investiga tras la muerte de Sandra Peña
Los padres de Sandra Peña declaran ante la Fiscalía y reclaman sanciones ejemplares por el acoso escolar que llevó a su hija al suicidio

Los padres de Sandra Peña, José Manuel Peña y Zara Villar, comparecieron este miércoles ante la Fiscalía de Menores de Sevilla en calidad de testigos perjudicados dentro de la investigación abierta por el suicidio de su hija, una adolescente de 14 años que se quitó la vida el pasado 14 de octubre tras denunciar acoso escolar.
La citación tuvo lugar en la sede de la Fiscalía, situada en la avenida de la Buhaira, a las 9:30 de la mañana, y contó con la presencia de dos de los abogados de la familia y de Isaac Villar, hermano de la madre, quien ejerce de portavoz familiar.
A las puertas del edificio, Villar atendió a los numerosos medios de comunicación congregados. Confirmó que la Policía Nacional ya ha finalizado su informe, actualmente en manos de la Fiscalía, y agradeció la implicación de la Junta de Andalucía, que ha constituido una comisión de conciliación para esclarecer los hechos.
“Confiamos en que se imponga la sanción más alta posible al centro, porque los errores cometidos desembocaron en el peor desenlace imaginable: que mi sobrina decidiera quitarse la vida”, afirmó con visible emoción.
El portavoz familiar subrayó que la intención de los padres es evitar que otro menor sufra una situación similar.
“El daño que nos han hecho no tiene reparación, pero luchamos para que esto no se repita. La única manera es que la sanción sea contundente y ejemplarizante, para que ningún colegio vuelva a ignorar un caso de acoso cuando una familia lo pone en su conocimiento”, añadió.
El papel del colegio Irlandesas Loreto y la muerte de Sandra Peña
Sandra cursaba sus estudios en el colegio Irlandesas Loreto, un centro concertado de Sevilla que, según la denuncia de la familia, no activó los protocolos contra el acoso escolar ni el protocolo antisuicidio previstos en la normativa andaluza, pese a haber sido advertido del hostigamiento que la menor sufría por parte de varias compañeras.
Fuentes judiciales confirmaron que la Fiscalía de Menores también ha tomado declaración como testigos a cuatro trabajadores del colegio: el director Francisco Suárez, la orientadora, la jefa de estudios y la tutora de Sandra. Los interrogatorios, celebrados a lo largo de la jornada del miércoles, se prolongaron hasta la tarde.
Durante sus comparecencias, los responsables del centro defendieron que sí se habían adoptado medidas internas tras conocer la situación de la alumna. Alegaron que se abrió un protocolo propio de vigilancia y apoyo psicológico, aunque reconocieron que el expediente no fue incorporado a Séneca, el sistema informático oficial de la Consejería de Desarrollo Educativo.
Según su versión, se mantuvo comunicación con la familia y con la terapeuta de la menor, se reubicó a Sandra en una clase distinta y se designaron dos adultos de referencia —su tutora y el jefe de estudios— para su seguimiento personal. No obstante, la familia sostiene que esas medidas fueron “insuficientes y tardías” y que nunca se aplicaron los protocolos oficiales obligatorios.
La Fiscalía ha citado además, en los próximos días, a las tres alumnas investigadas por el presunto acoso escolar que habría precipitado la muerte de Sandra. La causa continúa bajo secreto y se centra en determinar si existieron negligencias en la actuación del centro y si estas influyeron en la decisión de la menor.
Mientras tanto, los padres de Sandra afrontan el proceso con una mezcla de dolor y determinación. Según explicó Isaac Villar, “vienen con la tranquilidad de contar la verdad, pero es inevitable el malestar de tener que revivirlo todo”. También señaló que, desde la tragedia, “nadie del colegio se ha puesto en contacto con ellos”.
La familia insiste en que su única intención es obtener justicia y responsabilidad institucional. “Queremos que el caso se resuelva cuanto antes, pero sobre todo que se aclare todo lo sucedido. Este es solo el primer paso”, finalizó el portavoz.

