Las obras de Gustavo Adolfo Bécquer, estandarte del Romanticismo español, no solo nos transportan a un mundo de emociones y belleza, sino que también esconden un compendio de saber esotérico. Entre sus Rimas y Leyendas encontramos pistas que no debemos dejar pasar, indicios del gusto tácito del autor por temas como el ocultismo y la tradición oral. Lo cuento todo en «Simbología Secreta de Sevilla» (Ed. Samarcanda, José Manuel García Bautista, 2024).
En la noche de Halloween o el Día de Todos los Santos, muchos se reúnen en torno a los cementerios y leen fragmentos de Bécquer. Lugares como la Venta de los Gatos, el Parque de María Luisa o el Cementerio de San Fernando en Sevilla, escenarios de sus relatos, se convierten en puntos de encuentro para los amantes del misterio.
El bello monumento a Bécquer
La Glorieta de Bécquer, un conjunto escultórico en el Parque de María Luisa, nos ofrece una fascinante lectura simbólica. Situado sobre un pedestal octogonal, número asociado a los Templarios, encontramos el busto del poeta junto a tres mujeres que representan los tres estados del amor: ilusionado, poseído y perdido. Esta escena da vida a la rima El amor que pasa, una oda a la fugacidad del sentimiento.
Pero hay un elemento más que completa la obra: una figura de bronce moribunda y dolorida, el amor herido, junto a Cupido, símbolo del amor que hiere. Esta iniciativa de los hermanos Álvarez Quintero se ve rematada por un grupo de sauces llorones, creando una atmósfera melancólica que el propio Bécquer hubiera aplaudido.
Las claves ocultas en la obra de Bécquer nos invitan a un viaje por el misterio, a descubrir las capas de significado que se esconden entre sus versos y personajes. Un viaje que nos lleva a explorar la tradición oral, el esoterismo y las emociones más profundas del ser humano.
Gustavo Adolfo Bécquer: Maestro del misterio en la literatura española
Bécquer, fue y es un gigante de la literatura, figura indiscutible del misterio en la literatura española comparable a Poe o Lovecraft en el mundo anglosajón. Sus Rimas y Leyendas esconden una dimensión desconocida, impregnada de espiritismo y ocultismo.
Nació en Sevilla en 1836, fue una persona que nunca abandonó sus sueños y de clara vocación creativa orientada a la pintura o escritura. Hijo del pintor José Domínguez Bécquer, vivió la bohemia, con sus dificultades económicas. Siendo la mudanza a Madrid un punto de inflexión en su carrera. La muerte le llegó prematuramente con sólo 34 años.
Obras póstumas, pero inmortales
Más allá de la poesía y las leyendas tenía un gran interés por la vida después de la muerte, las apariciones y el más allá con una clara influencia del espiritismo (surgió en 1848) que deja notar en cada una de sus obras.
Su legado pervive pues fue fuente de inspiración para autores como Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado. Fue un pionero en su género y la figura clave del Romanticismo español.
Misterio y simbolismo en las obras de Gustavo Adolfo Bécquer
Sus Rimas y Leyendas tienen una dimensión desconocida, una cara oculta que resulta interesante analizar para demostrar su interés por el mundo de lo oculto, lo esotérico y lo inexplicable.
Maese Pérez el organista: Un relato sobre la pasión por la música que trasciende la muerte. El espíritu de Maese Pérez se manifiesta para tocar el órgano en la Misa del Gallo. La leyenda refleja la fascinación de Bécquer por lo paranormal.
La Corza blanca: Influencias celtas y medievales en la historia de una mujer que se transforma en corza. Simbología del corzo blanco como animal albino con cualidades paranormales. Destacan los arquetipos femeninos: Constanza, Azucena y Corza-Ondina.
El Rayo de Luna: La búsqueda del amor ideal se convierte en una persecución de la fantasía. El rayo de luna como símbolo del amor y la amada. Choque entre lo real y lo imaginario, lo subjetivo y lo objetivo.
Las damas blancas: Arquetipo de aparición espectral que no interactúa con su entorno. Presente en leyendas como «Los ojos verdes», «La Corza Blanca» y «El Monte de las ánimas». Simbología de la muerte, la pureza y lo femenino.
Bécquer y el neognosticismo
En su obra hay influencias del dualismo, maniqueísmo y gnosticismo en algunas leyendas. Destaca la Creación inmersa en la cosmogonía pseudohindú con influencia gnóstica. Igualmente apólogo, la civilización como una creación errónea por parte del dios Brahma. En El caudillo de las manos rojas: elementos neomaniqueos en la peregrinación del protagonista.
Bécquer es un autor complejo y fascinante con una obra que combina la tradición y el conocimiento con fenómenos insólitos y experiencias paranormales. El lado oculto de Bécquer se refleja en sus escritos, donde la razón y la emoción se mezclan con un sutil, en ocasiones, toque de misterio.
*Más información en el libro «Simbología Secreta de Sevilla», Ed. Samarcanda, José Manuel García Bautista, 2024.