Misterio en Palomares del Río donde unos jóvenes aseguran haber visto un fantasma en la «Casa de la Loca» tras realizar una ouija

La intención, según explican, era «probar si las leyendas eran ciertas»

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"Casa de la Loca" en la localidad de Palomares del Río, en Sevilla.
La llamada "Casa de la Loca" de Palomares del Río en Sevilla.

Lo que comenzó como una simple curiosidad o juego adolescente terminó convirtiéndose en una experiencia que estos jóvenes aseguran jamás olvidarán. En una noche de enero, un grupo de cinco amigos decidió adentrarse en la mítica “Casa de la Loca”, una construcción abandonada y conocida en el municipio por las historias de fantasmas que la rodean. Según cuentan, una sesión de ouija que realizaban terminó con la aparición fugaz de una mujer en el patio, un hecho que ellos califican como inexplicable.

La leyenda de la «Casa de la Loca»

La «Casa de la Loca», ubicada a las afueras del pequeño pueblo sevillano, lleva décadas siendo objeto de rumores y leyendas. Según las historias locales, una mujer que habitó la casa hace más de un siglo habría perdido la cordura tras la muerte por diferentes causas aunque esa misma leyenda la enmarca como un tema de amores prohibidos. Aislada de la sociedad, dicen que murió sola en la casa, y que su espíritu aún deambula entre sus paredes, reitero que, todo ello, en virtud de la leyenda que se cuenta en el lugar.

Durante años, vecinos, investigadores y curiosos han informado de encuentros con sombras, sonidos inexplicables y una sensación general de inquietud al acercarse al lugar. A pesar de estos relatos, nadie había logrado obtener pruebas concluyentes de actividad paranormal. Pese a que yo mismo, con un equipo de Tele5, para «El Buscador de Historias», hace más de dos décadas, tuvimos en este mismo lugar experiencias muy notorias. Y nuevamente reitero que nadie había logrado obtener pruebas concluyentes de actividad paranormal, hasta ahora.

Una noche que cambió sus vidas

Era cerca de la medianoche cuando los jóvenes —María (17 años), Javier (18), Lucía (16), Raúl (18) y Carmen (17)— entraron en la propiedad armados únicamente con una linterna y una tabla de ouija hecha a mano. La intención, según explican, era «probar si las leyendas eran ciertas».

«Al principio era todo un juego», cuenta María. «Nos reíamos y decíamos que esto era solo para asustarnos entre nosotros. Pero a los pocos minutos, las cosas cambiaron». Según los testimonios, apenas habían empezado a mover el vaso sobre la tabla, cuando la temperatura de la habitación descendió de forma brusca, a pesar de que estaban dentro de una sala cerrada.

«Sentí como si alguien estuviera detrás de mí, aunque estábamos todos sentados en círculo», añade Javier. «Había una energía pesada, como si algo o alguien nos estuviera observando».

El momento clave: la aparición

En un punto de la sesión, Carmen, que se erigía como líder del grupo, preguntó en voz alta: «Si hay alguien aquí, ¿puedes darnos una señal?». La respuesta no tardó en llegar, pero de una manera que ninguno de ellos esperaba.

«Primero escuchamos un golpe en el patio, como si algo hubiera caído o alguien hubiera pisado fuerte», relata Lucía, visiblemente afectada. «Dejamos la ouija y salimos corriendo hacia afuera, pero no había nada… o eso creíamos».

Fue entonces cuando, según los jóvenes, vieron lo que describen como «una figura femenina» de pie en una de las esquinas del patio. María asegura que la mujer, vestida con un vestido oscuro y antiguo, los observó durante apenas unos segundos antes de desaparecer. «Era como una persona real, pero al mismo tiempo no lo era. No sé cómo explicarlo. Parecía… fuera de este mundo», comenta Carmen. «Cuando parpadeamos, ya no estaba».

Lo que dicen los vecinos

La noticia del supuesto encuentro sobrenatural no tardó en extenderse por determinados sectores interesados en estos temas en Palomares del Río. Vecinos y curiosos se acercaron a la casa al día siguiente, algunos con la esperanza de ver algo similar, otros simplemente para confirmar la historia.

«Siempre hemos dicho que esa casa está maldita», afirma Dolores, una vecina de 65 años que vive en la localidad. «Yo no me acerco desde que era niña. Mi madre decía que ahí no se descansa en paz».

Sin embargo, no todos están convencidos. José, otro vecino, cree que lo ocurrido podría tener una explicación racional. «Quizás fue un efecto óptico, o alguien se escondió para asustarlos», señala. «Pero no podemos negar que es extraño».

Investigadores paranormales

El caso siempre ha despertado el interés de investigadores de lo paranormal de la provincia de Sevilla. Una agrupación local ha anunciado que realizará una inspección en la «Casa de la Loca» en los próximos días, equipados con cámaras, grabadoras de sonido y otros dispositivos especializados. Esperemos que no se quede sólo en un directo para Tiktok y acumular «likes» -mal endémico en el mundo del misterio más enfocado al show que a la verdadera investigación de lo paranormal-. «Si realmente ocurrió lo que estos chicos dicen, podría ser uno de los casos más relevantes de actividad paranormal en la región», explica Javier Fernández, investigador y líder del grupo. «Queremos recopilar evidencia para determinar si hay algo más allá de las leyendas».

Para los cinco jóvenes, lo ocurrido esa noche marcó un antes y un después. Aunque algunos han optado por no volver a acercarse a la casa, otros consideran que este suceso los conectó de manera especial. «Sea lo que sea, está claro que esa casa guarda algo», concluye Raúl. «Y ahora sabemos que no son solo cuentos para asustar».

Por el momento, la «Casa de la Loca» sigue siendo un lugar envuelto en misterio, atrayendo tanto a los escépticos como a los creyentes. ¿Fue realmente un espíritu lo que los jóvenes vieron? ¿O simplemente una combinación de sugestión y coincidencia? La respuesta, como muchas cosas en el ámbito de lo paranormal, permanece en el aire.