Triana, el barrio más emblemático de Sevilla, ha sido testigo de innumerables historias y leyendas a lo largo de los siglos. Entre sus calles empedradas y casas de fachadas encaladas, se ocultan secretos y sucesos inexplicables que han dejado una huella imborrable a muchas personas. En esta ocasión nos adentramos por las inmediaciones de la Plaza del Altozano, donde una experiencia paranormal se convierte en protagonista: el encuentro con un fantasma agresivo.
La impactante vivencia de la testigo
A decir de los testigos “es lo peor que nos ha pasado nunca”, en un clima de crispación total. La historia comienza cuando María García, una joven estudiante de Historia, decide alquilar una antigua casa en el barrio, cerca de la Plaza del Altozano. Desde el momento en que pone un pie dentro de la casa, María se da cuenta de que algo no está del todo bien. Una sensación de opresión y una extraña presencia la acompañan en cada rincón de la misma.
Las primeras semanas transcurren sin mayores incidentes, pero pronto los sucesos extraños comienzan a volverse más y más intensos. María relata que “escuchaba ruidos inexplicables en las habitaciones vacías, puertas que se cerraban de golpe sin explicación alguna y objetos que se movían por sí solos”. Sin embargo, lo más inquietante era la sensación “de ser observada constantemente, como si una mirada invisible la siguiera a todas partes” decía con los vellos de punta.
Una noche, mientras María se encontraba en el estudio de la casa, una sombra oscura apareció frente a ella. La joven describe la figura como “una presencia etérea y amenazante, con ojos vacíos y una silueta borrosa”. Aquella entidad, que no emitía ningún sonido, “emanaba una energía negativa que llenaba la habitación”.
Arañazos inexplicables
A medida que pasaban los días, el comportamiento de estos fenómenos era cada vez más hostil. María experimentaba arañazos inexplicables en su piel, moretones que aparecían de la nada y una sensación de asfixia cuando se encontraba sola en la casa. El ambiente se volvía cada vez más denso y opresivo, y la joven comenzó a temer por su seguridad.
Desesperada por encontrar respuestas, María decide contactar con nosotros para que investiguemos su casa. Había dos líneas de investigación bien diferenciadas, la objetiva a base de aparatos de medida y tecnología punta así como la segunda parte que era más subjetiva y que realizaba a través de un médium.
Curiosamente esta persona, el médium, descubre que la vivienda estuvo habitada en el pasado por una familia marcada por la tragedia. “Un padre abusivo y violento, causó mucho dolor y sufrimiento en este hogar” me decía mientras iba apoyando las manos en las paredes de la casa.
Horas de investigación
Utilizando técnicas especializadas para establecer contacto se intenta grabar sonidos psicofónicos, aunque resulta estéril todo. Fue cuando el médium pide hacer una sesión de escritura automática y logra establecer una conexión con el fantasma que atormenta la casa.
El espíritu revela su nombre: Manuel. Con un profundo resentimiento y un deseo de venganza inexplicable. El silencio que lo envolvía era una manifestación de su impotencia y su incapacidad para expresar su dolor.
Con aceite y agua bendita se procede a tratar de aminorar aquellos fenómenos –yo no me pronuncio sobre ello pues mi labor es la de investigar, reconozco que me resulta pintoresco pero también reconozco que muchas personas han sentido menos opresión y fenómenos extraños una vez se ha practicado este ritual-.
Resultados positivos
Poco a poco, los sucesos paranormales comienzan a disminuir en intensidad. Los ruidos desaparecen, las puertas dejan de cerrarse violentamente y la sensación de opresión se desvanece. Parece que el espíritu de Manuel parece que tiene una mayor paz,
La experiencia vivida por María en la casa ubicada en las inmediaciones de la Plaza del Altozano es un testimonio impactante de la existencia de fenómenos paranormales. El encuentro con un fantasma que dejó una huella profunda en su vida, pero también permitió un acercamiento a la historia oculta del lugar.
Esta historia nos recuerda que “los espíritus atormentados pueden causar estragos en nuestras vidas si no se les brinda la atención y la ayuda necesaria” me decía el médium. En este caso, la intervención de la investigación y de los expertos en fenómenos paranormales fue crucial para comprender la historia detrás del fantasma.
La Plaza del Altozano de Triana seguirá siendo un lugar lleno de misterios y leyendas, pero esta experiencia nos enseña que, a veces, detrás de esas historias se encuentran almas que vagan por este plano y que tienen una historia a sus “espaldas”.