En el casco antiguo de Carmona se encuentra el Palacio del Marqués de las Torres, un edificio, joya arquitectónica del siglo XVI y actual sede del museo local, no solo guarda en sus muros siglos de Historia, también una relación de testimonios que hablan de presencias, voces de otra época y de misterios.
La Casa Palacio Marqués de las Torres, cuya estructura original data del siglo XVI, fue transformada en el XVIII y representa un destacado ejemplo de la arquitectura señorial sevillana. Declarada monumento patrimonial, hoy alberga el Centro de Interpretación y Museo de la Ciudad.
Durante la visita, se aprecia el patio central, eje en torno al cual se organizaban las estancias de la antigua vivienda, ahora adaptadas como salas del museo. El edificio destaca por su imponente portada barroca de 1755, con columnas toscanas e ínicas, frontón roto y el escudo de la familia Quintanilla.
La fachada lateral, decorada con elementos tardobarrocos que evocan lacerías islámicas, refuerza su valor artístico. El museo recorre la historia de Carmona mediante piezas arqueológicas, etnográficas y artísticas, desde sus orígenes hasta la actualidad.
Testimonios nuevos, historias coincidentes en Las Torres
Uno de los relatos más recientes proviene de un trabajador del edificio -del que se guarda confidencialidad sobre su identidad-, él nos decía: “Sentí claramente una ráfaga de aire frío y vi lo que describiría como una figura blanca en el reflejo de un cristal. Pensé que era mi compañero, pero estaba en la planta baja”.
El empleado proseguía: “He trabajado en edificios antiguos y conventos abandonados. Pero esto fue distinto. Me fui a casa antes de terminar y no regresé hasta el lunes”.
También hay quienes aseguran haber visto a una figura infantil en una de las salas más ornamentadas del museo. Ana L., otra testigo, relató una experiencia que vivió en el interior del edificio: “Era media tarde y estaba agachada tomando fotos a unos objetos cuando, al levantarme, vi en el espejo del salón dorado a una niña parada junto al umbral. Vestía como de otra época, con un vestido largo y encajes. Me giré de inmediato, pero no había nadie”.
Marina R., historiadora, me relataba su experiencia: “Fue hace unos meses cuando escuché como si alguien arrastrara los pies por el corredor central. Pensé que era el vigilante, pero al salir no había nadie. Lo más raro fue que el sonido no paró hasta que salí al patio”.
Marina admite que ha intentado explicar racionalmente lo vivido. “A veces uno está sugestionado, pero cuando empiezas a escuchar historias similares a otras personas, empiezas a cuestionártelo”.
«Voces» desde los sótanos
Otro punto caliente es el que encontramos en el sótano, J.F. nos decía: «se escucha un sonido metálico similar al arrastre de cadenas, seguido por un murmullo muy bajo en una frecuencia no habitual. No podemos asegurar que sea paranormal, pero tampoco encontramos una fuente lógica”.
Oficialmente se mantiene una postura neutral, algunos admiten en privado su incomodidad al tener que trabajar fuera del horario habitual. Una antigua trabajadora administrativa —que pidió conservar el anonimato— confiesa: “Yo evitaba quedarme sola. A veces, las luces parpadeaban o los sensores se activaban sin causa aparente. Más que miedo, era la sensación de estar siendo observada”.
¿Estamos ante un fenómeno de sugestión colectiva? ¿O existe algo de origen paranormal en su interior? Preguntas que no tienen respuesta pero los testimonios continúan acumulándose.
Y es que en el Palacio del Marqués de las Torres, la historia se sigue escribiendo. A veces con tinta, a veces con un susurro en el pasillo cuando nadie más parece estar allí.