Iñaki Gabilondo, reconocido periodista y comunicador, no solo ha sido un espectador de la Semana Santa de Sevilla, sino que ha vivido una experiencia personal que lo ha conectado profundamente con esta tradición.
En un momento difícil, mientras su primera esposa luchaba contra el cáncer, Iñaki Gabilondo, director de Radio Sevilla en ese entonces, decidió enviar una rosa a cada una de las imágenes de Virgen de la Semana Santa. Su deseo era pedir por la salud de su esposa y colocar las rosas cerca de las imágenes.
El Hermano Mayor de Santa Marta, Manuel Otero Luna, junto al Prioste, tuvieron una idea singular: colocar la rosa de Gabilondo bajo la mano del Cristo de la Caridad, justo en la vertical de la Virgen.
Nace una leyenda
Sin que nadie, ni siquiera Iñaki Gabilondo, lo supiera, la rosa bajo la mano del Cristo dio origen a una nueva leyenda sevillana: la última gota de sangre de Cristo hacía florecer una rosa al caer a la tierra.
Aquel primer año de la rosa, la hermandad de Santa Marta decidió continuar con la tradición, colocando cada Lunes Santo una rosa bajo la mano del Cristo de la Caridad.
Años más tarde, gracias a un artículo de Antonio Burgos, Gabilondo se enteró de que la rosa que había iniciado esta tradición era la suya.
La historia de la rosa de Gabilondo no solo es un relato personal, sino que también representa la conexión profunda entre la fe, la tradición y la Semana Santa de Sevilla. La rosa se convierte en un símbolo de esperanza, de la fuerza de la fe y del poder de la tradición para unir a las personas.
Un gesto que se convierte en tradición
Desde aquel primer año, Iñaki Gabilondo, junto a su segunda mujer, sevillana de nacimiento, acude cada Semana Santa a depositar un ramo de rosas, al pie del paso de misterio de Santa Marta.
Su conexión con la hermandad ha crecido con el tiempo, sin llegar a ser hermano, participando como Meditador en el año 2001 y formando parte del Patronato de la Fundación Santa Marta desde su creación.
El Hermano Mayor de turno lleva cada año la rosa a un hermano enfermo, un gesto emotivo que llena de esperanza a quienes más lo necesitan.
La voz de Gabilondo se llena de emoción al hablar del paso de Santa Marta, con su solemne caminar y su impresionante conjunto artístico, que guarda un detalle especial: «La rosa de Iñaki».
El misterio de Santa Marta se distingue por su indudable calidad, la expresividad de sus imágenes y la singularidad de representar a dos dolorosas en la misma escena de la Pasión. Verlo surgir entre la neblina del incienso es una experiencia sensorial que conmueve a todos los que lo presencian.
