Los Turdetanos en Sevilla, breve aproximación a la Historia de un pueblo prerromano

Tartesos fue una antigua civilización que se desarrolló en la región suroeste de la Península Ibérica, en lo que hoy es el sur de España y el suroeste de Portugal.

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La zona de influencia de Turdetania.
Los turdetanos en Sevilla.

Sevilla alberga los vestigios de una civilización antigua que alguna vez habitó sus tierras. Los Turdetanos, un pueblo prerromano, dejaron una huella significativa en la región de la Turdetania, que abarcaba el valle del Guadalquivir desde el Algarve en Portugal hasta Sierra Morena. Hoy descubrimos un poco más sobre ellos.

Estos antiguos pobladores compartían territorio con los Túrdulos al norte, los Conios al oeste y los Bastetanos al este, y eran los descendientes históricos de la enigmática civilización de Tartesos. Hablamos de una época entre el 500 a.C. y el 256 a.C.

Los Turdetanos se destacaron por tener una personalidad propia dentro de la rica cultura íbera. Su legado se puede apreciar en diversas manifestaciones artísticas y arqueológicas, que revelan detalles sobre su forma de vida y sus costumbres. Estrabón decía en sus crónicas que eran considerados los más cultos de los iberos pues estaban versados en la escritura y, según sus tradiciones ancestrales, incluso tenían crónicas históricas, poemas y leyes en verso “que ellos dicen de seis mil años de antigüedad”.

Restos de la cultura turdetana

Uno de los aspectos más distintivos de su cultura fue la cerámica pintada, decorada con motivos geométricos. Estas piezas, que han sido descubiertas en excavaciones arqueológicas, son un testimonio tangible de la habilidad artística y el gusto estético de los Turdetanos.

La escultura animalística también fue una forma de expresión artística importante para los Turdetanos. En tiempos romanos, esta tradición se transformó en la representación de figuras humanas. La necrópolis de Osuna, situada en la provincia de Sevilla, alberga algunas de las muestras más representativas de esta escultura. Estas estatuas funerarias, con su detallado realismo y expresividad, nos permiten adentrarnos en la visión de mundo y creencias de los antiguos habitantes de la región.

A pesar de la importancia histórica de los Turdetanos, es sorprendente que las excavaciones en la zona se hayan centrado más en la búsqueda de restos tartésicos que en los vestigios de este pueblo prerromano. Esto puede deberse a la misteriosa civilización de Tartessos, que ha cautivado la imaginación de arqueólogos y estudiosos durante siglos. Sin embargo, es fundamental comprender que los Turdetanos también desempeñaron un papel crucial en la región y merecen una atención dedicada a su estudio y preservación.

Excavaciones en Sevilla

Las excavaciones arqueológicas en la región de Sevilla han revelado una serie de yacimientos que arrojan luz sobre la vida cotidiana de los Turdetanos. Uno de los sitios más destacados es la ciudad de Carmona, donde se han encontrado restos de viviendas de un gran interés histórico y arqueológico. Estos hallazgos nos permiten reconstruir en parte la organización urbana de los Turdetanos y comprender cómo se desenvolvían en su entorno.

Cabe recordar que tartésicos y turdetanos tenían como hábitat la zona del Guadalquivir, ejemplo de ello fue el descubrimiento en el Cerro del Carambolo, situado cerca de la ciudad de Camas. En este lugar se halló un tesoro único: el Tesoro tartésico del Carambolo. Se trata de un conjunto de objetos de oro macizo, entre ellos una serie de joyas y adornos que evidencian la habilidad artesanal y el refinamiento estético. Este tesoro es considerado uno de los tesoros más valiosos de la época prerromana en la Península Ibérica y ha sido objeto de estudio y admiración en todo el mundo.

Además de los sitios arqueológicos mencionados, hay numerosas necrópolis que ofrecen un valioso testimonio sobre las prácticas funerarias de los Turdetanos. Estos lugares de descanso eterno revelan la importancia que se daba a los rituales relacionados con la muerte y el más allá. La necrópolis de Osuna, como se mencionó anteriormente, es un ejemplo destacado de ello, con sus esculturas funerarias que representan tanto animales como figuras humanas.

Sociedad turdetana

La sociedad turdetana, al igual que otras culturas prerromanas, estaba organizada en torno a una estructura social jerarquizada. Las élites turdetanas tenían un importante papel político y económico, y se beneficiaban de los recursos naturales y las rutas comerciales de la región. La agricultura y la ganadería eran actividades fundamentales para su sustento, y el comercio con otros pueblos mediterráneos les permitía acceder a productos y materiales de lujo.

La llegada de los romanos a la Península Ibérica en el siglo III a.C. tuvo un impacto significativo en la cultura y la sociedad turdetana. La conquista romana supuso la integración de los Turdetanos en el Imperio Romano y la adopción de su lengua y costumbres, aunque también conservaron ciertos aspectos de su identidad y tradiciones propias.
Los Turdetanos tuvieron una relación estrecha con otros pueblos de la región, como los fenicios y los tartésicos. Estas interacciones jugaron un papel significativo en el desarrollo cultural y económico de los Turdetanos.

La presencia fenicia en la Península Ibérica se remonta al primer milenio antes de Cristo. Estos comerciantes y colonizadores establecieron asentamientos en la costa y establecieron rutas comerciales que conectaban el Mediterráneo oriental con la región de Tartessos, donde habitaban los Turdetanos. Los fenicios introdujeron nuevas técnicas de navegación, agricultura y metalurgia en la región, lo que tuvo un impacto importante en el desarrollo económico de los Turdetanos.

Relación con Tartesos

La influencia tartésica también fue significativa en la cultura y la historia de los Turdetanos. Tartesos fue una antigua civilización que se desarrolló en la región suroeste de la Península Ibérica, en lo que hoy es el sur de España y el suroeste de Portugal. Se cree que los Turdetanos eran los descendientes directos de los tartésicos y heredaron parte de su cultura y tradiciones.

Tartesos era conocida por ser una civilización rica y próspera, con un comercio floreciente y una gran habilidad en la metalurgia, especialmente en la extracción y trabajado del oro.
La relación entre los Turdetanos y los tartésicos no solo fue cultural y económica, sino también política. Los Turdetanos, al igual que otros pueblos de la región, tuvieron que lidiar con la presencia de los cartagineses, que habían establecido su dominio en la zona en el siglo III a.C. Esta influencia cartaginesa, y más tarde romana, tuvo un impacto en la estructura política y social de los Turdetanos.

Los Turdetanos fueron gradualmente absorbidos por el Imperio Romano en el siglo II-III a.C., y su cultura y tradiciones se vieron influenciadas por la romanización. Sin embargo, conservaron ciertos aspectos de su identidad y tradiciones, y continuaron viviendo en la región como una parte integrada de la sociedad romana. Los Turdetanos tuvieron una relación estrecha con los fenicios y los tartésicos. Estas interacciones culturales y comerciales tuvieron un impacto significativo en el desarrollo de los Turdetanos, y su herencia tartésica y las influencias fenicias se pueden apreciar en su cerámica, escultura y en la organización económica y social de su sociedad.

Su cultura distintiva muestra su creatividad y habilidades artísticas. Aunque las excavaciones arqueológicas se han centrado más en la búsqueda de restos tartésicos, es importante valorar y explorar más a fondo la rica historia de los Turdetanos. Estos antiguos habitantes de la región merecen un reconocimiento adecuado por su contribución a la historia y la cultura de Sevilla, y su legado debe ser preservado y estudiado para las generaciones futuras.