
La Macarena restaurará a la Virgen de la Esperanza en sus dependencias y será retirada al culto en agosto
Los macarenos esperanzados, se preparan para unos meses de ausencia física que confían devolverán a su Virgen el rostro de siempre

La Hermandad de la Macarena confirmó oficialmente que la restauración de la Virgen de la Esperanza se realizará en las propias dependencias de la basílica. Así lo recoge el comunicado difundido tras el cabildo general extraordinario que se celebró este pasado martes, donde más de 1.500 hermanos participaron con una amplia mayoría favorable a la nueva intervención sobre la dolorosa, cuya imagen ha sido objeto de preocupación tras la polémica restauración realizada por el taller de los Arquillo en junio pasado.
El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), que asumirá el asesoramiento, seguimiento y supervisión del proceso, realizará un exhaustivo informe en el que se detallan las patologías encontradas tanto en el soporte como en la policromía de la talla. Estas deficiencias justifican la necesidad de una nueva actuación, que estará dirigida por el restaurador Pedro Manzano y contará con el respaldo de dos comisiones técnicas de expertos.
La Virgen de la Esperanza Macarena será retirada del culto en la segunda quincena de agosto
Aunque aún no se ha fijado una fecha concreta, la hermandad indicó que será en la segunda quincena de agosto cuando la imagen de la Virgen sea retirada del culto, iniciando así un proceso que se alargará al menos tres meses. La duración del trabajo dependerá de si se detectan nuevas necesidades durante la intervención, algo que no se descarta.
La restauración se dividirá en dos fases principales, la primera centrada en el soporte estructural de la imagen, y otra en la policromía. El objetivo es recuperar el aspecto original previo a la controvertida intervención de los Arquillo, corregir los añadidos estéticos en los párpados y resolver problemas estructurales, como la presencia de insectos xilófagos, hongos y fisuras en la madera.
Según el informe del IAPH, se detectaron tres patologías estructurales principales como galerías provocadas por insectos, un clavo insertado en una zona afectada por hongos, y una fisura en la sien derecha. A esto se suman intervenciones pasadas en la policromía, especialmente en cejas, pestañas y labios, que han alterado notablemente el semblante original de la Virgen.
El cabildo celebrado concluyó con un abrumador respaldo: cerca de mil votos a favor frente a menos de 500 en contra. La votación se produjo tras las intervenciones de José Luis Gómez Villa, representante del IAPH, y Pedro Manzano, restaurador elegido para la labor, cuyas explicaciones técnicas lograron despejar muchas de las dudas originadas tras la anterior restauración. Ambos profesionales fueron ovacionados por los asistentes.
Durante su exposición, Manzano detalló su propuesta con la retirada de los añadidos aplicados recientemente, una limpieza controlada, la reposición de lágrimas y pestañas, y la recuperación de la tonalidad cromática original. Además, subrayó que la imagen solo saldrá de la basílica si son necesarias nuevas pruebas diagnósticas.
Un proceso transparente y supervisado
La Hermandad ha recalcado que el proceso será totalmente transparente. Se han conformado dos comisiones —una de seguimiento y otra de trabajo— con profesionales de reconocida trayectoria para garantizar la seriedad de la restauración.
Llama la atención dos ausencias notables en estos equipos como es la de Fuensanta de la Paz, restauradora de la Virgen del Rocío, y la de Carlos Peñuela, conservador de la Macarena y responsable de las labores de urgencia tras la crisis del pasado junio.
La actual junta de gobierno, presidida por José Antonio Fernández Cabrero, manifestó su intención de no prorrogar el mandato, con lo que se prevé que la Virgen de la Esperanza esté repuesta al culto antes de las elecciones a hermano mayor en noviembre. Para ello, será clave contar cuanto antes con el permiso del Arzobispado y con la disponibilidad de Pedro Manzano.
La restauración de la Virgen de la Esperanza se presenta como un momento muy delicado en la historia reciente de la Hermandad de la Macarena. La polémica suscitada por el cambio de fisonomía de la imagen ha generado una profunda reflexión en la corporación, que ahora apuesta por un proceso riguroso, profesional y respetuoso con la devoción mundial que despierta esta dolorosa sevillana.