Cascada cayendo con una roca y mucho verdor.
Cascada en la zona natural de El Pedroso.

Refrescarse en el paraíso, 'El Charco del Infierno', el secreto mejor guardado de la sierra sevillana

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Cuando el calor se vuelve insoportable en Sevilla y las piscinas se llenan de gente o las playas parecen demasiado lejos, hay un rincón escondido entre cerros y vegetación que se presenta como una alternativa perfecta para quienes buscan tranquilidad y naturaleza, es el denominado como "el Charco del Infierno".

Ubicado en el término municipal de El Pedroso, en plena Sierra Norte de Sevilla, este paraje natural es mucho más que una piscina, se trata de un remanso de paz donde el río Retortillo ha esculpido con paciencia una garganta de aguas frescas, limpias y rodeadas de vegetación exuberante.

Lejos del bullicio urbano, sin chiringuitos, sin servicios turísticos, y precisamente por eso, único y muy recomendable. pasear por la zona y contemplar las cascadas y otros entornos del Hueznar resulto muy relajante y con unas excelentes fotografías. Un entorno que conozco bien pues mi madre era de Constantina y no pocas veces visitábamos las llamadas "riberas".

Un baño con recompensa en El Pedroso

Llegar al Charco del Infierno no es tan sencillo como aparcar y lanzarse al agua pues para llegar hay que ganarse el chapuzón. El camino comienza en El Pedroso y transcurre entre matorrales, encinas y senderos de tierra que conducen al tramo del río conocido como la jazmayuela.

Aunque el acceso no reviste gran dificultad, es recomendable llevar calzado adecuado y estar atentos en algunos tramos. Pero la caminata tiene su premio cuando se llega a un "charco" amplio, de aguas claras, bordeado por rocas lisas donde uno puede descansar, tomar el sol o simplemente contemplar el paisaje.

Eso sí, no hay bares, ni papeleras, ni baños. Es un entorno 100% natural, por lo que conviene ir preparado y llevar agua, comida, protección solar y una bolsa para llevarse la basura son imprescindibles. El respeto por el medio ambiente es parte del encanto del lugar.

Naturaleza en estado puro en la Sierra de Sevilla

El Charco del Infierno no solo atrae por su frescor puesto que también es un paraíso para los amantes de la naturaleza. En sus alrededores pueden observarse aves como el martín pescador o el águila culebrera, y pequeños mamíferos que se acercan al río a beber.

Las cámaras fotográficas encuentran aquí motivos de sobra pues el contraste entre el verde intenso de los árboles y el azul del agua crea un escenario visualmente impresionante.

La sombra que proporcionan las copas de los árboles convierte el lugar en un oasis incluso en los días más calurosos del verano sevillano. Es un sitio ideal para quienes buscan un respiro sin tener que abandonar la provincia.

El Pedroso, situado a pocos kilómetros del Charco del Infierno, es el complemento perfecto para redondear la jornada. Este pueblo serrano conserva el encanto rural y se recomienda un paseo por su casco histórico, una visita a la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, o una parada en alguna terraza para tomar algo, permiten alargar la escapada y conocer mejor la comarca.

El Pedroso es conocido por su producción de embutidos y productos ibéricos -la carne de venado-. Una visita a alguna tienda local puede terminar con una compra deliciosa que prolongue el sabor de la excursión incluso después de volver a casa.

El Charco del Infierno es mucho más que una piscina natural, se trata de una intensa experiencia completa de desconexión, belleza y contacto con la naturaleza. Pasar un día de baño y relax, para hacer una ruta de senderismo por la Sierra Norte o como parada en un recorrido más amplio por la comarca, es un lujo en este rincón de Sevilla que se presenta como una de las mejores opciones para huir del calor y disfrutar del verano sin prisas ni aglomeraciones.

Muchas veces, el verdadero paraíso no está en la costa ni en hoteles de lujo, sino en un enclave escondido entre árboles y rocas, donde solo se escucha el murmullo del agua y el canto de los pájaros. Y en Sevilla, ese paraíso tiene nombre muy especial, es el Charco del Infierno.