Una vez más, la violencia se ha hecho presente en un centro de salud, poniendo de manifiesto la preocupante vulnerabilidad que enfrentan los trabajadores sanitarios frente a las agresiones por parte de la ciudadanía. En esta ocasión, dos profesionales del centro de salud de Pino Montano B, una médica y un vigilante de seguridad, fueron víctimas de una brutal agresión.
El suceso ocurrió este sábado al mediodía en el servicio de urgencias, donde un matrimonio y su hijo adolescente, conocidos por altercados previos en la zona, acudieron con la urgencia de atender al joven que se encontraba indispuesto tras una noche de fiesta.
Al no encontrar consultas disponibles de inmediato, la familia se mostró impaciente y exigió una atención inmediata. Un celador, tras evaluar al joven, determinó que su estado no requería atención urgente y le pidió esperar a que la médica terminara con su paciente actual.
Esta respuesta enfureció a la familia, quienes irrumpieron en la consulta agrediendo verbalmente a la doctora con insultos y amenazas. El vigilante de seguridad intervino para proteger a la facultativa, pero fue golpeado en la rodilla con un objeto lanzado por el joven agresor, lo que lo hizo caer al suelo. Mientras yacía en el suelo, otro miembro de la familia lo golpeó en la cabeza.
Ante la amenaza de llamar a la policía, los agresores huyeron del lugar, aunque posteriormente regresaron para pedir disculpas por lo ocurrido. Sin embargo, las víctimas no dudaron en denunciar el hecho.
Este nuevo episodio de violencia pone en relieve la necesidad de tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad de los profesionales sanitarios, quienes desempeñan una labor fundamental para la salud de la población. Es intolerable que tengan que trabajar bajo la constante amenaza de agresiones, por lo que se requieren medidas contundentes que disuadan este tipo de comportamientos y protejan a los trabajadores.
Agresiones a sanitarios en Sevilla: un nuevo episodio de violencia y la necesidad de medidas urgentes
El Sindicato Médico de Sevilla ha denunciado una nueva agresión a dos profesionales del centro de salud de Pino Montano B, una médica y un vigilante de seguridad, que fueron víctimas de un brutal ataque por parte de una familia que acudió al servicio de urgencias.
Este hecho, que se suma a una serie de agresiones a sanitarios en la provincia en las últimas semanas, ha puesto de relieve la preocupante situación de vulnerabilidad en la que se encuentran estos trabajadores.
Detalles del ataque en Pino Montano B: Un matrimonio y su hijo adolescente, conocidos por altercados previos, acudieron al centro de salud con la urgencia de atender al joven que se encontraba indispuesto tras una noche de fiesta. Al no encontrar consultas disponibles de inmediato, la familia se mostró impaciente y exigió una atención inmediata. Un celador, tras evaluar al joven, determinó que su estado no requería atención urgente y le pidió esperar a que la médica terminara con su paciente actual. Esta respuesta enfureció a la familia, quienes irrumpieron en la consulta agrediendo verbalmente a la doctora con insultos y amenazas. El vigilante de seguridad intervino para proteger a la facultativa, pero fue golpeado en la rodilla con un objeto lanzado por el joven agresor, lo que lo hizo caer al suelo. Mientras yacía en el suelo, otro miembro de la familia lo golpeó en la cabeza.
Ante la amenaza de llamar a la policía, los agresores huyeron del lugar, aunque posteriormente regresaron para pedir disculpas por lo ocurrido. Sin embargo, las víctimas no dudaron en denunciar el hecho.
El Sindicato Médico de Sevilla exige medidas urgentes
Mayor seguridad en los centros de salud: El sindicato critica la falta de medidas de seguridad en el centro de salud de Pino Montano B, que solo cuenta con un punto de acceso y salida. Reclama la instalación de salidas de emergencia y la presencia de personal de seguridad permanente.
Protocolos de actuación claros: Se necesitan protocolos claros para que los sanitarios sepan cómo actuar en caso de agresión.
Condena rotunda de las agresiones: El sindicato exige una condena rotunda de este tipo de comportamientos y que se tomen medidas legales contundentes contra los agresores.
Agresiones en otros puntos de la provincia
Gerena: Una pediatra fue amenazada por la madre de una niña tras negarse a abandonar la consulta.
Osuna: Una médica fue agredida físicamente por un usuario en el centro de salud.
Estepa: Un técnico de transporte sanitario fue víctima de la agresión de un usuario que pinchó las ruedas de la ambulancia.
La violencia contra los sanitarios es intolerable
Es necesario que se tomen medidas urgentes para proteger a los profesionales sanitarios y garantizar su derecho a un trabajo seguro. La violencia contra estos trabajadores no puede ser tolerada bajo ninguna circunstancia.
Es necesario un compromiso por parte de las autoridades, los profesionales sanitarios, los pacientes y la sociedad en general para erradicar este tipo de violencia. Solo trabajando juntos podremos crear un entorno seguro y respetuoso para todos.