La propuesta del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, de derribar los edificios abandonados y generar espacios verdes en las Tres Mil Viviendas ha sido bien recibida por los vecinos del Polígono Sur. Rosario García, portavoz de la plataforma vecinal «Nosotros también somos Sevilla», ha destacado la importancia de esta iniciativa para mejorar la calidad de vida de los residentes. «Es un paso fundamental para transformar un barrio que ha sufrido durante años los problemas de la marginalidad y la delincuencia», afirmó García.
La idea de demoler los edificios vacíos, muchos de ellos utilizados para actividades ilegales como el cultivo de marihuana, ha sido respaldada por los vecinos cansados de vivir en un entorno degradado. Estos inmuebles abandonados se han convertido en focos de inseguridad y han dificultado la regeneración urbana del barrio.
El alcalde Sanz ha señalado que el objetivo es «transformar las Tres Mil Viviendas en un barrio digno y habitable». Además de la demolición de edificios, el plan contempla la construcción de nuevos equipamientos públicos, la mejora de las infraestructuras existentes y la creación de más zonas verdes.
La iniciativa municipal cuenta con el apoyo de la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, que se ha comprometido a colaborar en la ejecución del proyecto. Asimismo, se ha puesto en marcha un proceso de participación ciudadana para que los vecinos puedan aportar sus ideas y sugerencias.
Durante las jornadas celebradas con motivo del 20 aniversario del Plan Integral para el Polígono Sur, expertos y representantes de diferentes partidos políticos han coincidido en la necesidad de intensificar los esfuerzos para regenerar este barrio.
El Polígono Sur mira al futuro con cautela
A pesar del optimismo generado por el anuncio de nuevas inversiones y proyectos de regeneración urbana en el Polígono Sur, los vecinos de la zona mantienen una actitud cautelosa ante las promesas de mejora. Rosario García, portavoz de la plataforma vecinal «Nosotros también somos Sevilla», ha expresado públicamente sus reservas respecto a la efectividad a largo plazo de estas iniciativas.
«Si no tuviéramos que estar constantemente protestando por problemas como los cortes de luz, sería una señal de que las cosas están mejorando de verdad», ha afirmado García. La portavoz vecinal ha puesto en duda las últimas cifras proporcionadas por Endesa sobre la reducción de incidencias eléctricas, atribuyéndolas en gran medida a las operaciones policiales contra el cultivo ilegal de marihuana. «Las interrupciones del suministro eléctrico no se deben únicamente a los enganches ilegales», ha recalcado.
Las jornadas conmemorativas del 20 aniversario del Plan Integral para el Polígono Sur han servido para evaluar los avances y desafíos del barrio. Si bien se han reconocido los logros alcanzados, los participantes han coincidido en la necesidad de intensificar los esfuerzos para abordar los problemas estructurales que persisten.
«Sentimos un cierto escepticismo», ha admitido García, «pero también una esperanza renovada tras escuchar el compromiso de los políticos». La dirigente vecinal ha destacado la importancia de que las promesas se traduzcan en acciones concretas y sostenidas en el tiempo.
Uno de los mayores anhelos de los vecinos es que las nuevas generaciones puedan sentirse orgullosas de vivir en el Polígono Sur. «Me gustaría que dentro de 20 años, los niños que hoy viven en Martínez Montañés o en Murillo puedan decir con orgullo que son de este barrio», ha expresado García. «Que no tengan que esconder su origen como ocurre ahora, cuando muchos prefieren decir que viven cerca de La Oliva para evitar ser estigmatizados».
La portavoz vecinal ha subrayado la importancia de que las políticas públicas estén orientadas a mejorar la imagen y la calidad de vida del barrio, fomentando la cohesión social y eliminando los estereotipos negativos asociados al Polígono Sur.
Los vecinos del Polígono Sur ven con cautela los nuevos proyectos de regeneración urbana, pero mantienen la esperanza de que esta vez se produzcan cambios reales y duraderos. La clave estará en la continuidad de las políticas públicas y en la participación de los vecinos en la transformación de su barrio.