Un grave incidente relacionado con carreras clandestinas tuvo lugar en la madrugada del 17 de diciembre en el Polígono Sur, una zona de Sevilla conocida por los constantes problemas de seguridad. Un coche participante terminó estrellándose contra la valla del centro de salud del barrio y posteriormente se incendió, dejando a su paso una señal de tráfico derribada y daños significativos en el perímetro del ambulatorio.
El suceso ocurrió en la calle Padre José Sebastián Bandarán, epicentro habitual de estas competiciones ilegales que los vecinos denuncian desde hace años. Testigos aseguran que las carreras comenzaron a las diez de la noche y se extendieron hasta las seis de la mañana. Durante esa madrugada, también se reportaron intentos de robo en vehículos estacionados en la zona.
Denuncias reiteradas y pocas soluciones
Los residentes del Polígono Sur han alertado en repetidas ocasiones sobre el peligro que representan estas actividades nocturnas. «Es un problema que ocurre a diario, y no se toman medidas eficaces para evitarlo», lamenta un vecino que ha presentado varias quejas ante las autoridades locales y la oficina del Comisionado del Polígono Sur.
El incidente más reciente no es un caso aislado. En abril de 2023, un coche que participaba en otra carrera ilegal chocó contra el vallado de un edificio residencial, obligando a intervenir a los bomberos, la policía y los servicios sanitarios. Los vecinos aseguran que este tipo de situaciones se han agravado en los últimos años, poniendo en riesgo la seguridad de quienes viven en la zona.
Falta de recursos y respuestas insuficientes
Según explicó el Comisionado en su momento, el problema radica en la falta de efectivos policiales durante la noche, lo que dificulta intervenir en situaciones tan complejas. Pese a que las autoridades han convocado reuniones y mesas de trabajo, los vecinos consideran que las respuestas son insuficientes y las acciones, ineficaces.
«Esperan a que ocurra una tragedia para actuar», critica un residente, que denuncia no solo las carreras ilegales, sino también otros problemas crónicos del barrio: plagas, vandalismo, tráfico de drogas y disturbios constantes. «El barrio está desbordado, y las administraciones miran hacia otro lado», concluye.
Mientras tanto, los daños materiales y el temor por la seguridad persisten, dejando a los habitantes del Polígono Sur atrapados en una situación de creciente incertidumbre en la que no parece haber demasiadas soluciones y que todo pasa por incrementar la presencia policial y, como medida, poner badenes para interrumpir la «pista» de carreras en el barrio.
