El Polígono Sur, conocido por ser una de las zonas más conflictivas de Sevilla, vuelve a estar en el punto de mira tras el grave incidente ocurrido el pasado domingo. Un autobús de la línea 30 de Tussam fue tiroteado durante su recorrido habitual, lo que ha llevado a la empresa de transporte urbano a tomar medidas inmediatas. Desde este lunes, la ruta de esta línea ha sido alterada con la eliminación de dos paradas en la zona afectada, buscando salvaguardar la seguridad de conductores y usuarios.
El incidente fue denunciado públicamente por el propio conductor del autobús, quien compartió imágenes en redes sociales que mostraban los impactos sufridos por el vehículo. Según relató, el ataque se produjo en plena jornada laboral, cuando el autobús transitaba por el Polígono Sur. «Gracias a Dios no hubo heridos. Esto no es un hecho aislado: constantemente somos víctimas de apedreamientos e impactos que parecen ser de carabinas, y nadie investiga estos incidentes», declaró el conductor visiblemente indignado.
El Polígono Sur, considerado uno de los barrios más desfavorecidos de Europa, enfrenta problemas estructurales de inseguridad que afectan directamente a los servicios públicos. Los ataques a autobuses de Tussam no son una novedad; tanto los conductores como los usuarios han sido testigos de apedreamientos, vandalismo y ahora incluso disparos, lo que pone de manifiesto el grado de vulnerabilidad en la zona.
Trabajadores de Tussam han alzado la voz en diversas ocasiones para denunciar las condiciones a las que están expuestos al cubrir rutas que atraviesan barrios conflictivos. Los sindicatos han solicitado reiteradamente medidas más efectivas de protección, incluyendo un refuerzo de la presencia policial en las zonas más peligrosas. Sin embargo, muchos conductores aseguran que sienten miedo al realizar estos trayectos, especialmente durante horarios nocturnos o en puntos concretos del recorrido, como las paradas suprimidas tras este último ataque.
La inseguridad en el Polígono Sur no solo afecta al transporte público, sino que también dificulta el acceso de los vecinos a servicios básicos. La eliminación de paradas, como las de Avenida Las Letanías y Escultor Sebastián Santos, deja a cientos de residentes con menos opciones de transporte, lo que agrava aún más la situación de exclusión social que caracteriza a este barrio. Aunque se han habilitado paradas provisionales en Reina de Los Ángeles y Avenida de La Paz, los vecinos afectados deberán caminar distancias mayores, algo especialmente problemático para personas mayores, con movilidad reducida o que necesitan acceder a centros educativos o sanitarios.
Tussam responde con cambios en el recorrido
Con el objetivo de garantizar la seguridad tras el tiroteo, Tussam ha implementado de manera inmediata cambios en la ruta de la línea 30. A partir de este lunes 20 de enero, la compañía ha decidido eliminar las paradas donde se registran más incidentes, concretamente las ubicadas en Avenida Las Letanías y Escultor Sebastián Santos. En su lugar, los autobuses realizarán paradas en ubicaciones menos conflictivas, aunque esto supone un perjuicio para los residentes de la zona.
La decisión ha generado un debate entre la necesidad de proteger a los trabajadores y usuarios y la obligación de garantizar un servicio público inclusivo en barrios como el Polígono Sur. Este dilema subraya los retos que enfrentan las autoridades locales para equilibrar la seguridad y la prestación de servicios en un entorno marcado por la marginación y la criminalidad.
¿Qué medidas pueden tomarse?
La situación en el Polígono Sur pone sobre la mesa la necesidad de acciones integrales que combinen medidas de seguridad inmediatas con políticas de desarrollo a largo plazo. La instalación de cámaras de vigilancia en los puntos más conflictivos del recorrido, un aumento de la presencia policial en horario laboral y campañas de sensibilización dirigidas a la comunidad son algunas de las propuestas que se han planteado.
Por otro lado, expertos en urbanismo y sociología advierten que la inseguridad en el transporte público es solo un reflejo de un problema más amplio. La falta de oportunidades educativas, el desempleo y la precariedad económica contribuyen a la perpetuación de conductas violentas en el Polígono Sur. Sin un enfoque integral que aborde las causas profundas de la exclusión social, advierten, las soluciones serán solo parches temporales.
Solidaridad entre los trabajadores
El ataque ha generado una ola de apoyo entre los empleados de Tussam, quienes han manifestado su solidaridad con el conductor afectado y su preocupación por las condiciones en las que trabajan. Sindicatos y asociaciones de trabajadores han exigido a la dirección de la empresa y al Ayuntamiento de Sevilla que se adopten medidas más contundentes para garantizar la seguridad en las líneas que cruzan zonas conflictivas.
Mientras tanto, el suceso ha dejado una pregunta en el aire: ¿hasta cuándo podrán las empresas de transporte público operar en condiciones de riesgo sin un respaldo efectivo de las autoridades? El debate sobre cómo garantizar un transporte seguro y accesible para todos sigue abierto, y el caso del Polígono Sur evidencia la urgencia de encontrar respuestas concretas.