Tranvibús en Sevilla Este, una solución a medias que no convence a los vecinos

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Tranvibús circulando por una calle de Sevilla-Este. Es de color rojo y blanco.
Línea de Tranvibús en Sevilla.

Mientras el Ayuntamiento de Sevilla se muestra satisfecho con el avance de las obras del nuevo tranvibús, que unirá Sevilla Este con Santa Justa en apenas 20 minutos, muchos vecinos y colectivos vecinales de la zona no comparten el entusiasmo. Para ellos, la llegada de este sistema de transporte no es más que una medida improvisada, una solución intermedia que no resuelve el verdadero problema de fondo: la falta de una línea de metro que conecte adecuadamente a esta amplia y poblada zona de la ciudad con el resto del área metropolitana.

El tranvibús, también conocido como Bus Eléctrico Rápido (BER), recorrerá un total de 12,25 kilómetros y contará con 23 autobuses eléctricos de gran capacidad. De estos, 8,2 kilómetros conectarán Sevilla Este, Torreblanca y Santa Justa, con un ramal de 2 kilómetros hacia el barrio de Alcosa y otro de 1,95 kilómetros que alcanzará el centro, hasta la Plaza del Duque. Las obras avanzan a buen ritmo y ya se han completado algunos tramos, como el de la avenida de la Aeronáutica. Sin embargo, aún no hay una fecha oficial de puesta en marcha del servicio, pese a que se hablaba de finales de 2024 o principios de 2025.

Desde el Ayuntamiento, se insiste en que esta infraestructura es una apuesta por la movilidad sostenible y una manera de dar respuesta a la desconexión histórica de estos barrios. Pero la realidad es que esta actuación ha generado más críticas que aplausos. Diversos colectivos vecinales, como la plataforma “Sevilla Este Unido” o asociaciones de vecinos de Torreblanca y Alcosa, se han pronunciado abiertamente en contra de que el tranvibús sustituya —o incluso retrase— la construcción de la prometida Línea 2 del Metro de Sevilla.

El Metro se hace esperar

La Línea 2, proyectada desde hace más de una década, debía conectar directamente el este de la ciudad con el centro y otras zonas clave. Sin embargo, su ejecución ha sido reiteradamente postergada y, a día de hoy, no hay ni calendario, ni presupuestos asignados ni compromisos claros por parte de la Junta de Andalucía ni del Ayuntamiento. Mientras tanto, sí se han reactivado las obras de la Línea 3, que beneficiará a barrios del norte, como Pino Montano, lo que ha sido percibido por muchos como un agravio comparativo.

Los vecinos denuncian que Sevilla Este y Torreblanca, con una población que supera los 120.000 habitantes, están siendo ignorados por las instituciones. Aseguran que el tranvibús, aunque positivo como complemento del transporte público, no es ni de lejos lo que necesitan. «Es una cortina de humo», afirman desde la Asociación Vecinal Sevilla Este XXI. “Nos venden un autobús como si fuera un metro, pero la realidad es que seguimos sin un sistema de transporte de alta capacidad, rápido y eficaz que nos conecte como merecemos”, sostienen.

Prestaciones del tranvibús

Técnicamente, el tranvibús no alcanza las prestaciones de una línea de metro. Aunque circulará por plataformas reservadas y no compartirá espacio con el tráfico habitual, su velocidad media será de 22 km/h, frente a los más de 30 km/h del metro. Además, aunque puede transportar hasta 145 personas por unidad, no iguala la capacidad ni la frecuencia de paso de un convoy subterráneo. Es decir, se trata de un transporte más moderno y eficiente que un autobús convencional, pero lejos aún de ser la solución estructural que exige un distrito de esta envergadura.

A todo ello se suma la incertidumbre respecto al impacto urbanístico que tendrá el tranvibús en avenidas ya congestionadas, como Kansas City o Montes Sierra, donde se están construyendo plataformas segregadas que reducen el espacio para otros vehículos. Comercios, residentes y conductores han expresado su preocupación por la reducción de carriles y el aumento de atascos durante y después de las obras.

El alcalde José Luis Sanz ha insistido en que este proyecto es “revolucionario” para la movilidad del distrito Este. Sin embargo, los hechos muestran que no está logrando calmar los ánimos de una ciudadanía que se siente, una vez más, relegada. Los vecinos no piden un autobús eléctrico por la superficie, por muy moderno que sea. Lo que piden es un metro, como tienen otras zonas de Sevilla, que garantice un servicio eficaz, digno y a la altura de la capital andaluza.

Mientras tanto, las obras del tranvibús avanzan, pero lo hacen sobre el malestar de quienes ven cómo, con cada kilómetro de asfalto reservado para estos nuevos vehículos, se aleja un poco más el sueño del metro en Sevilla Este.