
Tensión por la Línea 3 del Metro, Sevilla pide un recorrido soterrado para proteger Bellavista y Bermejales
El Ayuntamiento de Sevilla pide que el tramo sur de la Línea 3 del Metro sea soterrado en Los Bermejales y Bellavista

El debate sobre el futuro trazado del Metro de Sevilla vuelve al primer plano político y ciudadano. El alcalde, José Luis Sanz, confirmó este jueves en el Pleno municipal que el Ayuntamiento de Sevilla ha presentado alegaciones formales al tramo sur de la Línea 3, solicitando que el recorrido no discurra en superficie por los barrios de Los Bermejales y Bellavista.
Según el alcalde, la prioridad del Consistorio es “defender los intereses de los vecinos” y garantizar que la nueva infraestructura “se integre de forma adecuada en la ciudad”.
Las alegaciones fueron registradas por la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente el pasado 3 de diciembre, dentro del plazo establecido por la Junta de Andalucía para el trámite de audiencia a las administraciones públicas.
Este procedimiento, distinto al periodo de exposición pública —que concluyó el 2 de diciembre—, concedía al Ayuntamiento un mes desde la recepción de la notificación oficial, fechada el 12 de noviembre, para emitir su respuesta al estudio informativo del tramo sur.
Alegaciones técnicas y urbanísticas al metro en Sevilla
El documento municipal plantea una revisión profunda de los tramos previstos en superficie, argumentando que podrían alterar la estructura viaria y la calidad urbana de zonas consolidadas.
Sobre el paso por Los Bermejales, las alegaciones solicitan “analizar soluciones técnicas constructivas o de ordenación urbana que minimicen la afección a los espacios libres y a los viarios consolidados del barrio”, en una clara referencia al Paseo de Europa, una de las arterias principales de la zona.
Respecto al trazado en Bellavista, Urbanismo defiende que el recorrido más adecuado sería el que discurra por la avenida de Bellavista, eje principal del barrio, pero insiste en que la infraestructura debe desarrollarse preferentemente en subterráneo.
En caso de no ser posible, el Ayuntamiento de Sevilla pide “soluciones técnicas que minimicen la incidencia en la funcionalidad y capacidad del viario, y que favorezcan la integración urbana del Metro en este tramo”.
Las alegaciones también rechazan la opción de construir tramos en superficie en avenidas principales como la Palmera o la Avenida de Jerez, al considerar que “no resultan admisibles desde la perspectiva de la articulación e integración urbana de un sistema de transporte de alta capacidad como el Metro”.
Choque político con el PSOE en Sevilla
El debate se intensificó durante el Pleno, cuando el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Muñoz, acusó al alcalde de “no haber hecho los deberes” con el proyecto y de “plegarse a los intereses de la Junta de Andalucía”.
Antonio Muñoz cuestionó si Sanz compartía el trazado en superficie propuesto por el Gobierno andaluz y le recordó que las asociaciones vecinales de Bellavista y Los Bermejales han mostrado un rechazo unánime a esa opción.
El regidor respondió mostrando el documento oficial de alegaciones, registrado electrónicamente, y reprochó al PSOE “intentar engañar a los vecinos”. “Nuestra prioridad es defender los intereses de todos los barrios de Sevilla; también de los de Bellavista. No somos nosotros quienes estamos confundiendo a los ciudadanos”, aseveró Sanz.
Igualmente recordó que en el proyecto de Línea 3 impulsado por la Junta en 2019 “ni siquiera se mencionaba Bellavista”, y acusó a la oposición de manipular la información para generar polémica.
La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda deberá ahora analizar las alegaciones presentadas por las distintas administraciones y entidades durante el proceso de información pública. A partir de ese análisis, se elaborará el documento definitivo del estudio informativo que servirá de base para la redacción del proyecto constructivo.
Mientras tanto, el debate sobre la forma en que el Metro debe integrarse en la ciudad sigue abierto. Las posiciones vecinales, las consideraciones técnicas y los intereses políticos se entrecruzan en una infraestructura largamente esperada por Sevilla, cuyo avance sigue dependiendo del consenso entre Ayuntamiento de la ciudad, Junta de Andalucía y Gobierno central.

