Una violenta DANA ha dejado una estela de destrucción a su paso por España, especialmente en la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. Las lluvias torrenciales, las inundaciones y los fuertes vientos han causado múltiples víctimas mortales, numerosos desaparecidos y cuantiosos daños materiales.
La situación en la Comunidad Valenciana es especialmente grave. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha confirmado el hallazgo de varios cadáveres en zonas inundadas, aunque el número exacto de víctimas aún no ha sido precisado, van 64 muertos (62 en Valencia y 2 en Castilla-La Mancha). Además, al menos siete personas se encuentran desaparecidas, entre ellas seis en la localidad albaceteña de Letur, donde una riada arrasó el centro del municipio.
Decenas de personas han quedado atrapadas por las aguas en diferentes puntos de la Comunidad Valenciana, como en el centro comercial MN4 de Alfafar y en Paiporta, donde dos agentes de la Guardia Civil permanecen desaparecidos. Las imágenes de vehículos arrastrados por las corrientes y de calles convertidas en ríos han conmocionado al país.
Un desastre sin precedentes
La intensidad de las precipitaciones ha sido histórica, superando los registros de eventos anteriores. La DANA ha dejado acumulaciones de agua superiores a 400 litros por metro cuadrado en algunas zonas, provocando el desbordamiento de ríos y embalses, y causando graves inundaciones.
Las consecuencias de este fenómeno meteorológico extremo se han dejado sentir en todos los ámbitos. Las comunicaciones se han visto gravemente afectadas, con cortes de carreteras, vías férreas y servicios de transporte público. El suministro eléctrico también se ha visto interrumpido en numerosas localidades.
El número de víctimas mortales aún no se ha confirmado oficialmente, pero se teme que la cifra aumente en las próximas horas. Al menos siete personas están siendo buscadas por los equipos de rescate. Numerosas personas han tenido que abandonar sus hogares debido a las inundaciones.
Las inundaciones han causado daños en viviendas, infraestructuras y cultivos. Las pérdidas económicas causadas por la DANA serán cuantiosas y afectarán a diversos sectores.
Las autoridades han activado todos los protocolos de emergencia y están trabajando sin descanso para atender a las personas afectadas y mitigar los daños. Los servicios de emergencia, las fuerzas de seguridad y los voluntarios están colaborando para realizar las tareas de rescate y asistencia. El Gobierno central ha constituido un comité de crisis para coordinar la respuesta a esta emergencia y el rey Felipe VI ha expresado su preocupación por las víctimas y los afectados.
Sevilla recupera la normalidad tras la DANA: Se reabre la SE-20
Después de una noche de intensas lluvias y fuertes vientos, la ciudad de Sevilla ha comenzado a recuperar la normalidad con la reapertura de la carretera SE-20, a las 6:30 de la mañana de este miércoles 30 de octubre. Esta vía había sido cortada al tráfico desde la noche anterior debido al desbordamiento del arroyo Tamarguillo a la altura de Miraflores, provocado por las abundantes precipitaciones.
La Policía Local de Sevilla ha trabajado durante toda la noche para restablecer la circulación en esta importante arteria vial, implementando desvíos alternativos para garantizar la seguridad de los conductores.
El temporal ha dejado un balance de 54 incidencias atendidas por el servicio unificado de emergencias 112 en la provincia de Sevilla. Además del corte de la SE-20, se han registrado otras incidencias como el corte de la carretera SE-3201 en Carmona y la inundación de un tramo de la A-8080 en Guillena.
Las fuertes lluvias han provocado importantes trastornos en la movilidad de los sevillanos, con cortes de carreteras, inundaciones en algunas zonas y dificultades para el transporte público. Muchos ciudadanos han visto alterados sus planes y rutinas diarias debido a este temporal.
Es importante destacar la labor de los servicios de emergencia, que han trabajado incansablemente para atender las múltiples incidencias provocadas por la DANA y restablecer la normalidad en la provincia.