Ante la persistente alerta naranja por fuertes lluvias y el riesgo de inundaciones en diversas zonas de Andalucía, el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, anunció en la tarde de ayer una medida preventiva de carácter general: la suspensión de las clases en todos los centros educativos —colegios, institutos, universidades— ubicados en municipios bajo aviso naranja en las provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva. Esta decisión se suma a la ya adoptada para los centros de Málaga y Granada, los cuales mantendrán las aulas cerradas durante esta jornada y la siguiente.
En concreto, en la provincia de Sevilla, la suspensión afectará a la práctica totalidad del territorio, a excepción de la Sierra Norte, donde el nivel de alerta es amarillo. En Cádiz, las zonas costeras, la Campiña y el Estrecho serán las más afectadas por esta medida. Mientras tanto, en Huelva, el cierre de los centros educativos se aplicará a toda la provincia.
Estas medidas, según ha informado Sanz desde el centro de coordinación establecido en Málaga, se han tomado en base a las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que mantiene el nivel de alerta naranja en las zonas mencionadas. A través de un comunicado oficial, se informará a todos los centros educativos, tanto públicos como privados y concertados, sobre la suspensión de las actividades lectivas.
Es importante destacar que, además de los centros escolares, las universidades también se han sumado a esta medida preventiva. Tanto en Huelva como en Cádiz, las autoridades universitarias han decidido suspender las clases, mientras que en Sevilla esta decisión se ha tomado a última hora de la tarde de ayer.
Alerta roja en Málaga
La crisis provocada por las intensas lluvias en Andalucía ha obligado a las autoridades a intensificar las labores de rescate y asistencia a la población afectada. Según el último balance ofrecido por el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, el número total de personas desalojadas de sus hogares ha ascendido a 4.210, una cifra que no ha dejado de crecer desde la evacuación inicial de más de 3.000 residentes en la zona del río Guadalhorce el pasado martes.
La extensión de la alerta roja hasta las ocho de la mañana de hoy jueves ha obligado a mantener a estos ciudadanos fuera de sus viviendas, mientras los equipos de emergencia trabajan sin descanso para evaluar los daños y garantizar su seguridad. A lo largo de la jornada, se han producido nuevos desalojos en diversas localidades malagueñas: 180 personas en Campanillas, debido a la crecida del río homónimo; 80 en Benalmádena; y 950 en la zona de los caminos de Almayate, en Vélez-Málaga.
La situación se ha agravado especialmente en Benamargosa, donde el desbordamiento del río ha afectado a viviendas cercanas, obligando a la intervención del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil para rescatar a varias personas.
En toda Andalucía, se han registrado cerca de mil incidencias relacionadas con las inclemencias meteorológicas, siendo la provincia de Málaga la más afectada con más de 760. Ante esta situación de emergencia, el consejero Sanz ha lanzado un llamamiento a la ciudadanía, instando a mantener la máxima alerta y precaución, y a seguir estrictamente las indicaciones de los servicios de emergencia a través del número 112.
El Gobierno andaluz ha activado todos los recursos disponibles para hacer frente a esta crisis sin precedentes, pero las previsiones meteorológicas no son nada halagüeñas, por lo que se espera que las próximas horas sean aún más complicadas.