La Ronda Norte de Sevilla, oficialmente conocida como SE-20, ha quedado completamente cerrada al tráfico debido a los graves daños ocasionados por la borrasca Garoé, que desde el lunes ha dejado intensas lluvias en la provincia. Este cierre afecta a ambos sentidos de la vía y supone un importante contratiempo para la movilidad en la ciudad, al tratarse de una de las principales arterias de conexión entre varios barrios y puntos estratégicos.
Desde la noche del lunes, la acumulación de agua en la calzada ya había provocado cierres parciales en diversos tramos de la SE-20. Sin embargo, durante la mañana del martes, se comprobó que las lluvias habían causado desperfectos en el asfalto, lo que obligó a las autoridades a ordenar el corte total de la vía por motivos de seguridad.
La Ronda Norte, una carretera clave para el tráfico sevillano, conecta áreas como la Isla de la Cartuja, el Estadio Olímpico, San Jerónimo, Pino Montano y el Parque Alcosa. Además, enlaza con la SE-30 y la autovía A-4 en un punto estratégico cercano al final de la avenida de Kansas City y el acceso al aeropuerto de San Pablo. Su cierre afecta no solo a los desplazamientos urbanos, sino también a las comunicaciones de largo recorrido, lo que ha generado importantes molestias tanto para los conductores locales como para aquellos en tránsito.
Desde Emergencias Sevilla se ha lanzado un mensaje de advertencia a los conductores, recomendando el uso de itinerarios alternativos y apelando a la prudencia. La Policía Local, por su parte, ha intensificado su presencia en los accesos a la Ronda Norte para redirigir el tráfico y evitar mayores problemas de circulación en las vías secundarias que están absorbiendo el flujo vehicular.
Además, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) mantiene activos avisos de nivel naranja y amarillo en la provincia de Sevilla por lluvias que, aunque algo más moderadas en comparación con el lunes, siguen siendo intensas y podrían prolongarse en las próximas horas. Estas condiciones meteorológicas adversas complican las tareas de evaluación y reparación de los daños en la SE-20, dificultando cualquier previsión de reapertura a corto plazo.
Medidas extraordinarias por el temporal
El temporal también ha obligado al cierre de los parques públicos en la ciudad, como parte de las medidas preventivas incluidas en el Plan Territorial de Emergencias de Sevilla, que permanece en fase de preemergencia. Esta medida busca minimizar riesgos para los ciudadanos debido a la posibilidad de caída de árboles o desprendimientos en las áreas verdes.
Asimismo, los servicios municipales de emergencias están trabajando en coordinación con las unidades de mantenimiento de carreteras para evaluar el alcance de los daños y determinar los pasos necesarios para garantizar una reapertura segura de la vía. Sin embargo, las autoridades advierten que podría ser necesario un tiempo considerable antes de restablecer completamente el tráfico en la Ronda Norte.
El cierre de la SE-20 tiene repercusiones significativas en la rutina diaria de los sevillanos. Los barrios conectados por esta vía, como San Jerónimo y Pino Montano, han experimentado un aumento del tráfico en sus calles internas, mientras que los accesos al Parque Alcosa y a la Isla de la Cartuja se han visto colapsados en ciertos momentos del día. Además, la conexión con el aeropuerto de San Pablo, fundamental para viajeros y turistas, ha quedado notablemente afectada.
Los residentes y usuarios frecuentes de esta carretera expresan su preocupación por el impacto que este cierre prolongado podría tener en el transporte público y privado, así como en la actividad económica de las zonas aledañas. Comerciantes locales y empresas de logística que dependen de la fluidez en esta vía clave temen retrasos en las entregas y disminución en la afluencia de clientes.
Una situación que refleja la vulnerabilidad ante el cambio climático
Las lluvias asociadas a la borrasca Garoé han puesto de manifiesto, una vez más, la vulnerabilidad de las infraestructuras urbanas frente a fenómenos meteorológicos extremos. En los últimos años, las precipitaciones intensas y repentinas se han vuelto más frecuentes en Andalucía, y Sevilla no es una excepción. Esta situación subraya la necesidad de planificar inversiones que refuercen la resiliencia de las vías y otras infraestructuras críticas ante futuros episodios similares.
Por ahora, la prioridad de las autoridades se centra en garantizar la seguridad de los ciudadanos y minimizar las alteraciones en su vida cotidiana. No obstante, la situación recuerda que es imprescindible adoptar medidas a largo plazo para mitigar el impacto de fenómenos climáticos cada vez más frecuentes y extremos.