Se acabó el verano benévolo. Las altas temperaturas se han apoderado de Sevilla, con días que rozan los 40 grados y noches tórridas en las que dormir sin aire acondicionado se convierte en una misión imposible.
Las autoridades han activado la alerta naranja por calor durante tres días consecutivos, desde este martes. Los termómetros no bajarán de los 24 grados ni de día ni de noche, lo que pone en riesgo a personas mayores, niños y personas con problemas de salud.
Esta ola de calor es la segunda del verano, tras la que se vivió la semana pasada durante dos días. Se espera un ligero descenso a partir del viernes, pero será solo un breve respiro, ya que a partir del lunes los termómetros volverán a subir.
Recomendaciones
Evita el sol en las horas centrales. Salir a la calle a partir del mediodía se convierte en una actividad de riesgo. Se recomienda permanecer en lugares frescos y beber mucha agua para evitar la deshidratación.
Busca la sombra. Los aparcamientos a la sombra se cotizan al alza en estos días. Aprovecha las zonas arboladas para pasear y refrescarte del calor.
Un bien de primera necesidad. Los árboles son un bien de primera necesidad en ciudades como Sevilla, donde el verano se alarga más de lo que marca el calendario.
Paciencia y precaución.
Toca sudar, pero con paciencia y precaución. Sigue las recomendaciones de las autoridades y disfruta del verano con responsabilidad.
El mercurio se dispara
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha confirmado que Sevilla se encuentra en plena ola de calor, la más intensa del verano hasta ahora. Este martes, los termómetros han alcanzado los 41,1 grados en Morón de la Frontera y 40,1 grados en el aeropuerto de San Pablo. La única zona que ha disfrutado de un poco de frescor ha sido Cazalla de la Sierra, con 37,7 grados.
La alerta naranja por calor continúa activa para este miércoles, con una máxima prevista de 42 grados, la más alta de estos tres días. El jueves habrá un ligero descenso hasta los 40 grados, pero el viernes traerá un respiro con 35 grados. El fin de semana se mantendrá fresco, con 35 grados el sábado y 37 el domingo. Sin embargo, el lunes volveremos a sufrir, con temperaturas que alcanzarán los 39 grados.
Las noches tampoco serán un remanso de paz. Las mínimas no bajarán de los 20 grados, lo que significa que nos acostaremos con temperaturas de alrededor de 30 grados. Esta situación obligará a muchos a recurrir al ventilador o al aire acondicionado, con el consiguiente aumento en la factura de la luz.
La noche del domingo al lunes fue la más tórrida, con mínimas de 24 grados. Una noche tropical en la que dormir sin refrigeración mecánica fue casi imposible.
Y todo esto ocurre cuando el calor parecía haberse retrasado este año. Pero ha llegado con fuerza y se quedará con nosotros durante varios días.